Si uno se pregunta cuál sería el mejor director vivo –remarcamos este adjetivo— que pudiera llevar a cabo esta empresa, no tendríamos dudas: Giuseppe Tornatore. Cuesta creer que el director siciliano tenga tan solo 65 años, ya que su filmografía parece sonar cercana a otros tiempos –el auge del neorrealismo, principalmente, estilo heredado por el realizador— pero en realidad Tornatore está activo desde 1985, cuando rodó su ópera prima El profesor (1986), todo un éxito en tierras transalpinas que se extrapoló al resto de Europa.
Con su segundo filme, Cinema Paradiso (1988), Tornatore se erigió en uno de los puntales del cine del viejo continente en Hollywood y uno de los cineastas italianos más respetados. Los 90 fueron suyos. Cada obra con su rúbrica era una cita obligada en las salas de medio mundo. La llegada del siglo XXI también fue el arribo de una fase menos fructífera y de menor apoyo crítico. El estreno de La gran oferta (2013) le devolvió el ángel a un director clave para entender el cine popular europeo de las tres últimas décadas.
Y qué mejor que hablar del cine de Tornatore en plena emisión del ciclo de SundanceTV «Tutti al cinema!».
El profesor, 1986
El título original, Il camorrista, es esclarecedor puesto que hablamos de un apodo y no de una profesión. Es el sobrenombre de un recluso que logra hacerse respetar en prisión tras desafiar a uno de los líderes de la camorra. Pero sus planes van más allá: quiere fugarse con ayuda externa… Ben Gazzara, Laura del Sol, Leo Gullota y Lino Troisi son los actores protagonistas de esta adaptación de la novela homónima de Giuseppe Marrazzo.
Cinema Paradiso, 1988
Poco se puede decir de este clásico del cine italiano, readaptado, versionado, calcado e incluso parodiado. Justo el pasado mes se estrenó en España La última película de Pan Nalin, que intenta recuperar el espíritu ingenuo del descubrimiento del cine como espacio para soñar y vivir otras vidas –o huir de la propia. El filme de Tornatore obtuvo el Oscar y el Globo de Oro a mejor película de habla no inglesa. Es una de las obras más reconocibles del cine contemporáneo.
Están todos bien, 1990
Tras el enorme éxito de su segunda película, su tercera se convirtió en un acontecimiento mundial. Una coyuntura que jugó en su contra pese a tratarse de una cinta notable. Marcello Mastroianni, Michèle Morgan y Valeria Cavalli encabezan esta road movie que sigue a un funcionario retirado en su viaje por toda Italia para visitar a sus cinco hijos. Una propuesta que compitió por la Palma de Oro del Festival de Cannes.
La leyenda del pianista en el océano, 1998
El filme parte de un pequeño segmento de la novela Novecento, de Alessandro Baricco, para convertirse en una hermosa película –su fotografía es bellísima— que narra el crecimiento de un pianista que ha pasado casi toda su vida en el barco donde maduró y desarrolló su talento por la música, acompañando a todos esos migrantes que buscaban el nuevo mundo desde Europa. Y hablando de música, esta viene firmada por Morricone, el aspecto más sobresaliente de esta película junto a la interpretación de un soberbio Tim Roth.
@eamcinema | Park City, Utah.
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