Princesa Diana

La biografía de la princesa Diana nos muestra a uno de los grandes iconos populares de finales del siglo XX. Nunca antes una figura de la realeza había tenido tamaña popularidad entre el público de países que estaban lejos de su órbita. Y es que la princesa de Gales, título que obtuvo tras su boda con el príncipe Carlos, es hoy todo un icono pese a haber fallecido hace ya tiempo.

Quién fue la princesa Diana

Para entender bien la vida de Lady Di —nombre con el que fue conocida popularmente— hay que remontarse a sus primeros años, cuando no estaba en los planes de nadie que pudiese llegar a ser la heredera consorte de la corona de Inglaterra. Diana Frances Spencer nació en la localidad de Park House, en Sandringham, el 1 de julio de 1961. Hija del conde Althorp, sus primeros años discurrieron entre la comodidad y el lujo habitual de la baja nobleza británica; un ambiente que compartió con sus dos hermanas y su único hermano.

La formación de la joven Diana se llevó a cabo inicialmente dentro de la residencia de la familia, quedando a cargo de ella institutrices. Sin embargo poco más tarde, tras el divorcio de sus padres en 1968, ingresaría en la escuela King’s Lynn. Durante los siguientes años Diana pasaría de un internado a otro, hasta que terminó estudiando en Suiza y estableciéndose en Londres en 1978. En esa etapa comenzó a desarrollar una brillante carrera profesional, formando parte del equipo de varias de las empresas más importantes del Reino Unido.

Un año antes, en 1977, Diana conoció al príncipe Carlos, el que aún es heredero a la corona inglesa por ser el primogénito de Isabel II. De este encuentro nació una relación romántica que cambiaría para siempre la vida de la joven Diana… Y no solo la suya: la relación entre ambos se convirtió en uno de los grandes fenómenos de masas de finales del siglo XX.

Una boda de ensueño

Tras varios años de relación en los que la prensa sensacionalista británica consiguió airear todos los aspectos de la relación secreta entre el príncipe heredero y la joven Diana, el Palacio de Buckingham se decidió a hacer oficial el compromiso de boda. Esto sucedió en febrero de 1981, momento en el que Diana tuvo que dar un giro completo a su vida anónima y pasar a residir en Clarence House, donde también lo hacía la reina madre.

Desde el anuncio del compromiso hasta el casamiento de la princesa Diana y el príncipe Carlos no pasaron más que unos meses. El 29 de julio de 1981, la catedral de Saint Paul fue testigo de una de las ceremonias más increíbles y pomposas que se habían visto en décadas. El enlace contó con toda la puesta en escena que es propia de la corona británica, y convocó en las calles de Londres a más de un millón de personas que siguieron el cortejo nupcial. Además, otros 700 millones de personas presenciaron la ceremonia a través de la televisión. Además, acudieron nada menos que 170 jefes de estado; una cifra que sirve a modo de ejemplo para dar testimonio de la envergadura del evento.

Mediante su matrimonio con Carlos, Diana pasó a ser la princesa de Gales y, por lo tanto, fue considerada a todos los efectos como la próxima reina de Inglaterra… Aunque esta situación nunca llegaría a producirse. El matrimonio tuvo años buenos al principio, en los que nacerían sus hijos. ¿Te preguntas cuántos hijos tuvo la princesa Diana? Dos, Enrique y Guillermo, que hoy son los siguientes en la línea de sucesión al trono británico tras su padre, el príncipe Carlos.

La ruptura de la felicidad

Pero los años en los que Carlos y Diana eran felices no fueron muchos. Lady Di, cuya cota de popularidad era desmesurada entre la población inglesa, intentaba llevar una vida como madre que era incompatible con los cientos de compromisos oficiales que tenía como princesa de Gales, y a partir de 1986 la prensa sensacionalista de Reino Unido comenzó a publicar noticias relacionadas con crisis matrimoniales dentro de la pareja.

Al principio estas no eran más que suposiciones basadas en el hecho de que la pareja no viajaba nunca junta y atendía a los compromisos de forma separada. Pero en 1992, tras volver de un viaje por India y Egipto, los rumores de crisis se transformaron en afirmaciones de divorcio. Durante los primeros meses de ese año se constató que Carlos mantenía una relación con Camila Parker Bowles, y que Diana también contaba con amantes.

Tanto es así que, en diciembre de 1992, la pareja se separó tras comprobarse que Diana mantenía un idilio con James Gilbey. La guerra entre ambos bandos tomó la forma de un cruce de acusaciones bastante violento, amplificado por el periodismo amarillista de Reino Unido. Esta lucha se mantuvo hasta que, el 29 de febrero de 1996, Diana aceptó divorciarse de Carlos.

La muerte de Diana

Las infidelidades y el divorcio no hicieron ni la más mínima mella en la reputación de Diana de Gales. Conocida ya simplemente como Lady Di, la británica contó con el favor de las masas y se convirtió en todo un referente por su trabajo en apoyo de los más desfavorecidos. Su imagen nunca faltó en las campañas de organizaciones sin ánimo de lucro, lo que no hizo más que reforzar su imagen.

Pero la popularidad del personaje la hacía ser perseguida y hostigada por la prensa del corazón. Así, entre el 30 y el 31 de agosto de 1997, Diana protagonizó una huida en coche de los paparazzi que la perseguían por las calles de París. Acompañada de Dodi Al-Fayed, tuvo un terrible accidente en el túnel del puente del Almá que acabó con las vidas de ambos.

Así terminó, a los 36 años, la biografía de la princesa Diana. Una historia que comenzó como un cuento de hadas, pero que acabó como una tragedia repleta de traiciones y pasiones. La prematura muerte de la joven Lady Di terminó por convertirla en un mito.