Marta Bárbara de Braganza

La biografía de Marta Bárbara de Braganza es la de una de las reinas consortes más importantes de España. Sin embargo, la joven portuguesa tuvo una vida anterior a su enlace con Fernando VI. Incluso estando casada con él, mantuvo una gran independencia impropia de la época. Todo ello es lo que vamos a exponer para ver quién fue Marta Bárbara de Braganza.

La educación de la joven infanta

El 4 de diciembre de 1711 nacía Marta Bárbara en la capital portuguesa. La niña fue la primogénita de Juan V de Portugal, por lo que le correspondía la corona del país. Así, Marta Bárbara obtuvo el título de Princesa de Brasil nada más nacer, aunque no le duraría demasiado.

Una vez que nacieron sus hermanos pequeños, ambos varones, la sucesión de la corona pasó a ellos. Pero esto no significa que Marta Bárbara fuese descuidada por sus padres en absoluto.

Al contrario, la niña recibió una sólida formación. Esto era habitual en la corte de Lisboa, una de las más nobles de Europa en el siglo XVIII. La niña aprendió varios idiomas desde pequeña como el alemán y el italiano. Eso sí, lo que realmente sorprende es su capacidad musical. Su padre contrató a Domenico Scarlatti para enseñar música a Marta Bárbara. A lo largo de su vida, la portuguesa tocaría varios instrumentos y demostró una buena capacidad para componer.

Pero la vida de la infanta tenía un objetivo claro: servir a su país con un matrimonio político. Tras la guerra de sucesión en la que las coronas española y portuguesa se habían enfrentado, el momento de hacer la paz llegó. Para ello se concertó un doble matrimonio entre diferentes infantes de España y Portugal.

Esto llevó a Marta Bárbara a comprometerse con Fernando, el hijo menor de Felipe V. El que tenía que reinar como Fernando VI, no tenía derecho a la corona en el momento del enlace. Sin embargo, la sucesiva muerte de sus hermanos lo convirtió en Príncipe de Asturias y a su mujer en futura reina de España.

El matrimonio con Fernando VI

Bárbara fue prometida a Fernando cuando esta no tenía más que 12 años y el futuro rey de España solo 9. Los matrimonios políticos eran la costumbre en la Europa del momento. En este caso, la misión era crear una alianza que evitara futuras guerras entre las dos coronas ibéricas.

De esta forma, pasaron años hasta que el enlace pudo convertirse en una realidad. Los acuerdos matrimoniales se firmaron definitivamente en 1728, pero la entrega de la princesa no se produjo hasta enero de 1729. Esto sucedió en la frontera entre el Alentejo portugués y la provincia española de Badajoz.

Lo cierto es que quedan registros de la impresión que ambos príncipes se causaron. No fue nada buena. Por una parte, Marta Bárbara pareció como poco agraciada físicamente a los miembros de la corte. Por el otro lado, Fernando mostraba una preocupante timidez y una falta de carácter que preocupaba a todos sus allegados.

De este forma, el enlace parecía que iba a ser como otros muchos que se declaraban por motivos políticos y en los que no había ni rastro de pasión. Sin embargo, esto solo sucedió al principio. Los jóvenes Príncipes de Asturias pronto se tomaron un gran cariño. Es más, Fernando VI supo delegar en su esposa muchas funciones de gobierno, algo que no era común en la época.

La primera crisis que tuvieron que afrontar ambos se produjo al poco de comenzar a reinar. Esto se produjo en 1746 con la muerte de Felipe V. Entonces, su viuda, Isabel de Farnesio, pretendió controlar el gobierno y la voluntad de su hijo.

Sin embargo, el joven matrimonio no dudó en apartar a la viuda de Felipe V y mandar la La Granja para que no tomara parte en el gobierno. Esta fue una acción que no todos esperaban. El motivo era el carácter apocado de Fernando VI, aunque el influjo de su mujer pronto revelaría ser benéfico para el rey.

El reinado de la pareja

Habiendo tomado ya posesión de sus coronas, es posible decir que el matrimonio forjó un gobierno beneficioso para el país. Fernando tenían un carácter abiertamente pacifista y nada militarista. Con esto consiguió que España se alejara de las muchas guerras que sangraban las arcas públicas.

Asimismo, la elección de ministros, una tarea en la que Bárbara también participaba, fue llevada a cabo con gran acierto. España vivió un tiempo marcado por la estabilidad y sin grandes sobresaltos.

Marta Bárbara pronto destacó en la corte. El carácter de su marido era profundamente melancólico y la princesa portuguesa equilibraba su humor y aportaba una gran ayuda. Por ello, la joven reina se hizo con una gran fama en la corte, algo que la ayudó a tomar decisiones por sí misma durante los años que gobernó.

Cómo murió Marta Bárbara de Braganza

El enriquecimiento de la corte a nivel musical es uno de los legados de esta reina de España. Sin embargo, la muerte le llegaría en agosto de 1758. La enfermedad la consumió rápidamente y terminó ocupando una tumba en el Convento de las Salesas Reales.

La muerte de Bárbara de Braganza fue un duro golpe para la corona española. En primer lugar, su apoyo y su capacidad de gobierno eran fundamentales para la monarquía. En segundo lugar, su sostén era lo único que separaba a Fernando VI de la locura.

Es más, el rey cayó en una profunda depresión a la muerte de su esposa. Al contrario de lo que sucedía con otros matrimonios de la época, Fernando y Marta se amaban. Tan solo un año separó la muerte de esta de la del propio rey, y es que el monarca no se recuperó jamás del fallecimiento de su esposa.

En definitiva, la biografía de Bárbara de Braganza es la de una de las grandes reinas de España. Culta, con grandes dotes de gobierno y amante del rey con el que se casó muy joven. Estos son solo algunos rasgos de una princesa portuguesa que consiguió conquistar la corte de Madrid.