James Cook

¿Quién fue James Cook? Sin duda, se trata de uno de los grandes exploradores y cartógrafos de la historia. Un británico cuya apasionante vida le llevó a explorar todos los océanos e, incluso, a acercarse más que nadie antes al Polo Sur. Aquí queremos hacer un resumen de su trayectoria.

¿Quién fue James Cook? Orígenes e inicios en la marina

Según el calendario gregoriano, el 7 de noviembre de 1728 nació James Cook. Lo hizo en mitad de un pequeño pueblo del norte de Inglaterra llamado Marton. Era hijo de un granjero y sus obligaciones dentro del negocio familiar hicieron que solo fuera a la escuela durante cinco años.

Cuando cumplió 18 años, James se trasladó a Whitby, una ciudad portuaria. Allí empezó a interesarse por el mar. Tanto fue así que, finalmente, se enroló en uno de los barcos de John Walker. Esto le llevó a recorrer el Báltico y el Mar del Norte durante 9 años transportando carbón.

En 1755, la compañía de John Walker le ofreció el mando de una nave. Sin embargo, el prefirió dejar la flota mercante y alistarse en la Marina Real. Una decisión que, por un lado, le obligaría a tener que empezar desde el principio. Sin embargo, por el otro, le brindaría la posibilidad de explorar los mares de todo el mundo.

James Cook y su papel en la Marina Real

El papel como cartógrafo de James Cook durante la Guerra de los Siete Años le permitió ascender rápidamente. De hecho, en 1757 fue nombrado contramaestre, lo que ya le facultaba para pilotar un barco de la Marina Real.

Al terminar ese conflicto bélico entre España, Gran Bretaña y Francia, a James Cook le dieron el mando del bergantín HMS Grenville. Con él cartografió el Golfo de San Lorenzo y las costas de Labrador y Terranova. Durante los siguientes cinco años, aprendió astronomía y trigonometría, lo que le permitió realizar mapas increíblemente exactos.

El viaje al Polo Sur: primer intento

Cuando a muchas personas se les pregunta qué hizo James Cook, su respuesta suele estar relacionada con este viaje. En concreto, fue diseñado por el Almirantazgo de la Marina Real y la Royal Society de Gran Bretaña. Tenía un triple objetivo:

  • Efectuar observaciones astronómicas en Haití.
  • Cartografiar algunas islas de la Polinesia.
  • Encontrar el continente del Polo Sur.

Conviene decir que, en aquella época, solo se sospechaba de la existencia del Polo Sur. Es decir, se creía que existía, pero no se sabía con certeza. Por aquel entonces, era llamada Terra Australis.

La nave que se le encomendó se llamaba HMS Endeavour (este término significa tenacidad). Se trataba de un bergantín con un gran espacio de carga para agua y provisiones y con el que James Cook se desenvolvía perfectamente.

En 1770, un año después de zarpar, el HMS Endeavour llegó a Nueva Gales del Sur (hoy en día, Silver Bay). Allí hizo una parada para recoger plantas endémicas. Nunca antes una nave europea había llegado hasta ese lugar.

La malaria que parte de la tripulación contrajo en Yakarta y los daños sufridos por la nave al atravesar un arrecife de coral le impidieron explorar el Polo Sur. Así que, tras tres años de viaje, James Cook regresó a Inglaterra. Su expedición le hizo muy popular y le permitió ascender a comandante de la Marina Real, pero él no estaba contento.

El viaje al Polo Sur: segundo intento

La Marina Real en general y James Cook en particular aprendieron de sus errores durante la primera expedición. Así que, rápidamente, empezaron a preparar una segunda. En ella, el ya comandante tendría a su disposición dos embarcaciones: la corbeta de guerra HMS Resolution y el bergantín HMS Adventure. También tuvo a su disposición los mejores instrumentos de navegación de su época.

La expedición zarpó el 13 de julio de 1772 y, en diciembre de ese mismo año, llegó a los mares australes. Ambos barcos lograron cruzar el Círculo Polar Antártico, pero la niebla y el hielo hicieron imposible llegar hasta el continente. Sin embargo, pasaron tres meses navegando por el océano Polar Antártico. Toda una hazaña.

En marzo, James Cook decidió poner fin a la aventura y dirigirse a Nueva Zelanda. Debido a un contratiempo, ambos barcos se separaron. La fortuna hizo que el HMS Adventure, que estaba comandado por Tobias Furneaux, descubriese la isla de Tasmania.

Su último viaje

La Marina Real volvió a poner en manos de James Cook el HMS Resolution. Sin embargo, su objetivo, en esta ocasión, era explorar el Círculo Polar Ártico. La idea era encontrar una ruta que bordease la costa norte de América y descubrir una nueva ruta entre el Atlántico y el Pacífico.

Sin embargo, el hielo con el que se topó James Cook en el estrecho de Bering hizo que su misión acabase al poco de empezar. Eso sí, por el camino, el comandante cartografió excelentemente la costa oeste americana.

Poco después, en 1779, la expedición llegó a Hawái con el propósito de reparar el mástil del HMS Resolution. El problema es que tomó para ello unos postes que delimitaban un lugar de enterramiento sagrado, lo que le costó la hostilidad de los nativos.

Los nativos hawaianos robaron uno de los botes del HMS Resolution. En respuesta, James Cook trató de secuestrar al jefe de la tribu, llamado Kalanio’opu’u, con el propósito de intercambiarlo por el bote. Sin embargo, no tardó en darse cuenta de que era una artimaña.

Enfurecidos, los soldados de la tribu atacaron a la tripulación del HMS Resolution. Uno de ellos le clavó un puñal a James Cook, lo que le causó una herida mortal. Aún así, los nativos decidieron proporcionarle al comandante un funeral con honores y según sus tradiciones, aunque se quedaron con algunos de sus huesos como reliquias.

Ahora que ya sabemos cómo muere James Cook, podemos poner punto final a su biografía. Sin duda, una figura clave dentro de la navegación del siglo XVIII que tuvo una vida apasionante. Por desgracia, murió con solo 50 años de edad, lo que le privó de haber emprendido otras muchas aventuras.