La sanidad animal cada vez preocupa más, y se lleva un mayor control por parte de sus dueños.
Las consultas más comunes son visitas de rutina y heridas por juego, imprevistos…
Las cosas más raras que se ha visto, es que un perro se comió un mosquetón.
Todavía hay personas que intentan evitar la consulta, llamando por teléfono. Pero no siempre suele tener respuesta sin explorar al animal.
Si nuestra mascota va a someterse a una cirugía se siguen los mismos controles, y se informa al dueño, como si se tratara de una persona. Hay que asegurarse, dentro de lo posible, de que la cirugía va a salir correctamente.
Actualmente, el propietario sigue medicando al animal, en base a su experiencia personas. Sin embargo, hay fármacos que no podemos suministrar a nuestras mascotas.
A veces el veterinario decide tratar a solas a la mascota, porque el trato que esta recibe por parte de su dueño, o los nervios que éste le transmite no son positivos para el correcto desarrollo de la consulta.
