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Esta casa es mía: Mi casa era una cueva

En el capítulo 8 de Esta casa es mía nos desplazamos a Guadix en Granada, para descubrir cómo es vivir en una cueva en pleno siglo XXI.

Este municipio es el que cuenta con más cuevas habitadas de Europa y uno de estos habitantes es José Ruiz, que nos enseña la casa-cueva en la que vive actualmente y donde también se crió. Se trata de una casa integrada totalmente en el interior de la montaña, hasta el punto de que picando, con ayuda de profesionales, se puede ampliar su superficie.

La decoración de la cueva está creada a base de elementos antiguos e inspirados en la sierra y la cultura andaluza. De hecho, José intenta mantener la tradición hasta el punto de no tener armarios y guardar su ropa en baúles. En ella, la luz eléctrica se vuelve más indispensable que en cualquier otra vivienda, puesto que sin ella, no se sabría si es de día o de noche ya que no entra luz solar por ningún sitio de la casa. La temperatura de la cueva se mantiene constante durante todo el año a 20 ºC por lo que, sobre todo, en verano es muy agradable.

Estas cuevas son propiedad de sus dueños, pero no así el cerro de la montaña en la que están construidas, por lo que quien quiera puede «subirse a su tejado» para disfrutar de las vistas. Es precisamente subiendo a este lugar desde donde se puede acceder a una bonita terraza que tiene la casa de José. Todos sus vecinos viven de forma similar a él y en el resto de la comarca accitana, hay muchas más cuevas habitadas por más de 8.000 personas entre las que no sólo hay autóctonos del lugar.

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