En este capítulo de Esta casa es mía, vemos La casa del corazón verde. Chris Dews, su inquilino, nos enseña esta casa totalmente ecológica situada en el centro de la isla de Ibiza y a 8 kilómetros de Sant Antoni. Los propietarios de esta casa, se la alquilan y así le permiten tener este centro ecológico.
Chris Dews ha tenido 170 voluntarios en los 10 años que lleva en este lugar. Todo lo que se puede encontrar en esta casa, es reciclado o donado. Uno de los espacios está creado con más de 2000 botellas de cristal. El inquilino de esta casa, experimenta con el sirope de algarroba. Con el fruto de la algarroba hace el Sirope Ibiza Gold, un sirope tostado.
Nos enseña la casa de botellas, una escultura creada encima de la tierra. Sus paredes están hechas íntegramente por botellas y por una masa elaborada con tierra roja, paja y agua. El techo de este lugar está formado por una antena parabólica reciclada y el techo de una marquesina de autobuses.
Nos lleva hasta el water ecológico. Sus paredes están hechas con unas 3500 latas de aluminio, no llevan nada de ladrillos y la curiosidad es que no tiene tuberías de agua. Los excrementos que caen a la tierra y se mezclan con serrín, acaban siendo abono para las plantas.
El agua que se utiliza en la finca es cien por cien agua de lluvia y se usa hasta cinco veces.
Nos muestran un almacén donde guardan todos los materiales que no tienen un uso claro en el momento que se recogen, aquí esperan su oportunidad.
Chris Dews hace mesas de picnic con las maderas más baratas o con palés.
Los muebles de la casa y el suelo también están hechos todos con palés. El suelo de la entrada está construido por los voluntarios con azulejos rotos y un saco de cemento cola. A su inquilino le ha costado 5 euros.
En un antiguo horno de cal, situado en la finca, vive actualmente una persona. Este «duplex-cueva», está hecho con materiales del bosque y de la basura.
Una casa totalmente ecológica con corazón verde.
