La arquitecta Sandra Suárez tiene su propio estudio y se ha especializado en viviendas. Las casas que ella hace no están decoradas como tal pero sí considera fundamental escuchar al cliente. Define su estilo como sencillo, con apariencia de limpio, sin recargar, luminosas.
Sugerencias:
Cree que no hay material raro ni color que no sirva. Cada persona es distinta y tiene unas necesidades, por lo que cada proyecto es único. Hay que tener en cuenta cómo es el estilo de vida.
Proyecto 1: Duplex de soltero.
Sólo necesitaba como espacios íntimos su dormitorio y el baño. Lo demás es todo muy fluido y se trató de eliminar los tabiques al máximo. El salón y la cocina forman una sola estancia. Las cocinas, para funcionar realmente bien deben establecer un triángulo perfecto de trabajo entre el fregadero, la zona de hornos y el frigorífico. Es ideal tener el lavavajillas junto al fregadero. Instalaron una isla de encimera formando una barra. La cocina es de acero visto, una opción muy de moda en la actualidad. La escalera está delante de una gran estantería donde organizar todos sus libros y CDs. Al acceder a la planta de arriba, abuhardillada, aparece el salón de juegos que gira sobre una gran mesa de billar. Desde aquí se accede al dormitorio que cuenta con un vestidor y el cuarto de baño. La terraza es el secreto mejor guardado de esta casa. Se levantó el suelo para permitir ver el horizonte sobre sus altos muros, algo que anteriormente era imposible.
Proyecto 2: Piso de enormes dimensiones.
El espacio de este piso, cuyos dueños son una pareja, permitiría mucha compartimentación pero no se buscaba esto. Se buscó transmitir placidez y bienestar, pues los dueños eran trabajadores muy estresados. Se incluyó una cocina en el salón pues no cocinan mucho. Los muebles son de vidrio y madera, creando constrastes y están pensados para organizar todo perfectamente. Se le añadió también una barra americana con taburetes. Destaca la columna metálica que apareció al demoler un muro y decidieron dejarla. Destaca también un mueble camuflado en la pared que tiene gran capacidad de almacenamiento. Otra necesidad de la pareja era disponer de un lugar de trabajo en su propia vivienda, para lo cual les organizaron en el salón unos paneles de vídrio que permitiesen un cierto aislamiento. Además, añadieron un pequeño mini golf en dicha zona. El suelo de toda la vivienda es de madera de roble cepillado, muy agradable para caminar descalzo. En el pasillo distribuidor se instalaron unos bañadores de luz a ras de suelo, para iluminarlo de forma agradable. La habitación se situó junto a unas amplias ventanas que dan a un patio de manzana, eligiendo esta ubicación por ser la zona más tranquila de la casa. El baño principal es muy grande, por lo que se cubrieron las paredes con diferentes materiales como maderas, gres… Se buscó acercarse al concepto de spa, con tablas de madera en la ducha y un pequeño pasillo de piedras. En esta casa sí se decoró, tratando de responder a las necesidades de los dueños con muebles muy básicos.
