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Casas con firma: Sara Folch

En el capítulo 26 de Casas con firma, Yolanda Tarramera nos acerca el trabajo de la interiorista Sara Folch, a través de una de las casas que ha reformado. Se trata de una vivienda Renacentista del año 1900, restaurada al estilo barroco y minimalista.

En el hall, encontramos una puerta enorme llena de piezas restauradas y volúmenes de la época. El acabado de la pared está mezclado con barnices en color plata y dorado. En cuanto a la iluminación, nos encontramos con una lámpara de planchas de latón, diseñada por Víctor Paniagua y la propia interiorista.

El salón conserva las molduras de la estructura propia barroca. La interiorista, ha añadido una tela de color verde y dorado con dibujos de la época. Las puertas y las ventanas son originales, únicamente las han transformado de tamaño. La iluminación de este espacio, imita a una cornisa de madera en la que debajo encontramos unas bombillas led. Con este tipo de iluminación, la interiorista buscaba el efecto cálido y acogedor.

El dormitorio principal es oscuro con un papel de terciopelo de colores azules y grises. Las lámparas son modernas buscando también el aire antiguo de la casa. Por otro lado, encontramos el vestidor, en el que la puerta esta restaurada con cristales y rosetones.
Una vez dentro del vestidor, vemos que está distribuido según las necesidades de los propietarios, está hecho a medida y con una iluminación sobria. La interiorista, nos cuenta que la parte más difícil de hacer un vestidor es la distribución porque depende del espacio.

El baño de la habitación, está reformado plenamente por la interiorista Sara Folch. El revestimiento son unas cerámicas que imitan la piel de elefante. La lámpara sigue el mismo estilo que la del salón, esta combina latón, aluminio, rayado y led. Por otro lado, tanto la pared como el lavamanos comparten la misma pintura, únicamente han mezclado las diferentes texturas.

El comedor conserva el mueble buffet que tenían los propietarios. Sara Folch sólo ha distribuido un espejo moderno, donde los dueños pueden ver la televisión. Las paredes están restauradas con una mano de pintura rojiza y barnices dorados.

La cocina era una antigua capilla que todavía conserva una cúpula, que han restaurado con dibujos. Los muebles son de mármol y de colores verdes.

Por último, visitamos el despacho, en el que resalta el color amarillo y el piano de cola. En este espacio han querido conservar todos los elementos puesto que es una zona de trabajo.

 

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