En el capítulo 4 del programa Pequeños grandes lujos conocemos a Cristina que quiere darse un capricho almorzando algo exclusivo: una langosta que ella misma elegirá.
Para ello, visita el Hotel Astuy, situado en Isla, a media hora de Santander, que tiene sus propios viveros de langostas divididas en zonas según su tamaño. Tras pescar, con ayuda de Armando, el responsable del vivero, el ejemplar que se comerá, Cristina se sienta a disfrutar de su plato de lujo: la langosta que ha sido cocida con agua de mar y está muy sabrosa.