La práctica del ejercicio físico es imprescindible para llevar una vida saludable. Además de para sentirnos a gusto con nuestro aspecto, el ejercicio nos ayuda a prevenir problemas de hipertensión arterial y de enfermedades ligadas al riesgo cardiovascular como la obesidad, la hipercolesterolemia y la diabetes.
A la hora de realizar deporte, siempre hay que elegir un programa de ejercicio adaptado a las necesidades de cada individuo. Aún así, inevitablemente cuando realizamos una actividad física prolongada suelen aparecer molestias, especialmente cuando no estamos habituados, como cansancio, fatiga muscular, calambres o lo que comúnmente conocemos como agujetas.
En este aspecto los medicamentos homeopáticos nos muestran la solución frente a estos síntomas:
Por su rapidez de acción: principalmente útil cuando la molestia surge durante un entrenamiento o durante la propia competición en donde tenemos que tratar al deportista a pie de campo.
Por su perfil de seguridad: en general estos medicamentos no presentan contraindicaciones, interacciones medicamentosas ni efectos adversos relevantes. En caso de que se produzcan son leves y transitorios.
Y además, minimizan los riesgos de positivos en dopaje. Esto supone una ventaja adicional principalmente cuando estamos hablando de deportistas profesionales.
Los medicamentos homeopáticos nos ofrecen otro beneficio, como es poder compaginarlos con cualquier otro tratamiento, lo que hace mucho más completa la asistencia al deportista.
Incluso ofrecen una ventaja como preventivo por su capacidad para mejorar la adaptación al esfuerzo y al estrés del aparato locomotor, mejorando su rendimiento y minimizando el riesgo de lesiones. Es más, contamos con la confianza de que se trata de un medicamento y que por tanto puede ser adquirido exclusivamente en la farmacia.
Por estos beneficios, los medicamentos homeopáticos son imprescindibles en el botiquín de un equipo o en la bolsa de cualquier deportista.
