En el capítulo 6 de Mi boda, asistimos al enlace entre Pamela y Sergio. Se conocían desde pequeños pero nunca habían tenido una relación especial, hasta dos años y medio atrás, momento en el que empezaron su relación.
La novia quería una boda sencilla pero diferente al resto. Lo primero que quería original era el vestido, por lo que eligió uno distinto y sencillo con un velo colocado por detrás de su semirecogido. No llevó los clásicos zapatos blancos de novia si no que prefirió unas sandalias corales decoradas con flor a juego con el abanico que le hizo una artesana. Algo que no podía faltar es la liga que le había hecho su abuela y gracias a la cual la tiene aún más presente en este día. El novio, ya que es militar, se casó con el uniforme de Gran Gala del ejército de tierra, que lleva el fondo azul marino con detalles rojos y dorados y gorra de plato.
La novia llegó a la Iglesia acompañada de su padre en un exclusivo coche y uno de los detalles más originales de la ceremonia fue la salida de los novios, en la que se realizó el tradicional paseo de sables típico en las bodas militares.
Después se trasladaron junto a los invitados a la finca La Kaprichosa que cuenta con un jardín y una gran piscina que decoraron coralmente los responsables y las decoradoras de Colores de Boda contratadas por la novia. El color protagonista fue el morado como quería Pamela combinado con blanco y todo estuvo lleno de detalles como globos, tarjetas para que los invitadores dejasen sus dedicatorias o fotos en blanco y negro de amigos y familiares.
El recibimiento de hizo con un cóctel y el menú estuvo compuesto por crema de calabacín y queso, ensalada de langostinos y solomillo de buey. De postre hojaldre de frambuesa. Otros bonitos detalles fueron los jabones artesanales de glicerina que regalaron a las invitadas y el grupo rociero, Compás de Espera que amenizó la velada.
