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La boda de Mónica y Santi

En el capítulo 2 de Mi boda, asistimos a la ceremonia entre Mónica y Santi. Ambos tienen profesiones relacionadas con este tipo de acontecimientos, ya que son decoradora y fotógrafo de bodas respectivamente, pero hoy son ellos los que se casan.

La pareja optó por una ceremonia al aire libre con una decoración muy divertida que corrió a cargo de la propia novia y su socia, amiga y cuñada, Nuria. Eligieron colores naranjas y fucsias y supervisaron ellas mismas que todo estuviera perfecto, colocando multitud de detalles.

En cuanto al vestido, Mónica quería algo sencillo y adecuado a una ceremonia civil, pero le dio un toque totalmente diferente con complementos de color naranja. Destaca el ramo, una pieza única compuesta por veinte flores, cada una de las cuáles tiene un broche de una persona especial para la novia. El peinado es un recogido vintage muy favorecedor y el maquillaje también se caracteriza por su sencillez.

El novio luce un chaqué muy elegante al que da un aire un poco más desenfadado con un chaleco naranja a juego con los accesorios de la novia. Incluso de atreve con los calcetines de éste color.

Mónica se ha ocupado también del estilismo de las damas de honor, que lucen vestidos en rojo valentino y sombrillas en tonos nude. Incluso, ha sido ella misma la encargada de elaborar los ramos que llevan sus cuatro damas. También sus tres hijos, fruto de un matrimonio anterior, van perfectamente conjuntados llevando detalles en la chaqueta de colores anaranjados y rojizos.

En cuanto al menú, lo tenían claro: salmorejo y solomillo con risotto de maíz. El postre es una tarta espectacular de dos pisos que también conjunta con la decoración. Además, el toque dulce continúa después de la cena con un candy bar y una fuente de chocolate. Así mismo, la decoración del comedor está también perfectamente planificada y cuenta con detalles como unas libretas para que los invitados les dejen sus consejos para un «buen matrimonio».

Además, los invitados pudieron disfrutar de más sorpresas, ya que Carolina de Sueño de Hadas elaboró un buffet de jabones justo al lado del baño, de modo que cada uno seleccionaba el que más le gustase a modo de recuerdo, y también regalaron unos bálsamos labiales para una divertida «barra libre de besos». Los niños también disfrutaron gracias a la animación de La Pata Coja.

El reportaje fotográfico corrió a cargo del equipo de Lourdes Balduque y es natural y espontáneo. Los colores vivos de la decoración y del vestuario de los invitados hacen que las fotos sean alegres y reflejen el espíritu del enlace.

Como en cualquier ceremonia, los nervios y, sobre todo, la alegría se palparon durante todo el día. Los novios y los invitados, que los adoran, disfrutaron de un acontecimiento especial y se divirtieron con todos los detalles que prepararon para ellos con tanto entusiasmo.

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