En el capítulo 4 de Embarazadas, el ginecólogo Antonio Gosálvez Vega, nos explica que la primera ecografía, en la que aún no se ve el embrión, debe hacerse en casos de riesgo o en mujeres con problemas en anteriores embarazos. Si el embarazo no tiene problemas no es necesario hacerla tan pronto.
En esta primera ecografía ya se puede apreciar el latido del corazón del futuro bebé y es útil para conocer si la madre tiene algún quiste o problema. Hoy en día, se puede hacer la ecografía a través de la vagina en lugar de por la tripa, por lo que se puede ver mucho mejor al embrión, conociendo más datos que antes. Para llevarla a cabo, se hace de una forma similar a una citología y no tiene riesgos ni dolores.
En esta primera prueba también se puede saber si hay embarazo gemelar y conocer anomalías como sangrados o quistes; pero aún no se puede determinar el sexo del bebé, dato que se conocerá en torno a la semana 12.
