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Cómo tratar la gripe y el catarro con homeopatía

La llegada del invierno hace que las infecciones respiratorias de las vías altas, como la gripe o los catarros, se conciertan en el principal motivo de consultas y de bajas laborales, casi nadie se escapa de sufrir este tipo de afecciones al menos una vez al año.

La gripe es altamente contagiosa, ya que los virus se transmiten de una persona a otra a través del aire, al hablar, toser o estornudar o simplemente al tocar objetos que estén previamente contaminados por el virus. Tras un periodo de incubación aparecen los primeros síntomas fácilmente reconocibles como son los escalofríos, la fiebre brusca y alta, los dolores musculares, la obstrucción nasal y malestar general.

El tratamiento con medicamentos homeopáticos permite actuar rápida y eficazmente desde los primeros síntomas gripales o catarrales aliviando y acortando la duración de proceso, evitando complicaciones y facilitando la recuperación del paciente, lo que permitirá incorporarse antes a su actividad cotidiana.

A diferencia de otros antigripales, los medicamentos homeopáticos ofrecen una alta seguridad, ya que no provocan somnolencia y por tanto, permiten continuar con nuestra rutina. Además son perfectamente compatibles con otros tratamientos.

Otro de los beneficios característicos de los medicamentos homeopáticos es su tolerancia, gracias a la ausencia de contraindicaciones e interacciones medicamentosas, hace que sean adecuados para todo tipo de pacientes, incluso para los pediátricos.

Su presentación en forma de gránulos y glóbulos, pequeñas bolitas de sabor dulce, permiten que su administración sea más cómoda ya que no necesita agua, e incluso se puede llevar encima y empezar el tratamiento en cuanto aparezcan los primeros síntomas.

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