Coger un recipiente amplio y lo llenamos de agua caliente. Metemos en él la prenda desteñida y unas hojas de laurel (con 2 o 3 hojas basta).
Lo dejamos que actúe durante un tiempo hasta que veamos que el agua del recipiente adquiere el color de la prenda o hasta ver que la prenda ha perdido los colores que originalmente no le pertenecían.
Después meter en lavadora la prenda y lavar normalemente.