¿REAL O FAKE? LA BÚSQUEDA DE LA PUERTA DE LA MENTE

¿REAL O FAKE? LA BÚSQUEDA DE LA PUERTA DE LA MENTE

¿REAL O FAKE? LA BÚSQUEDA DE LA PUERTA DE LA MENTE

Según la mayoría de los rumores, el creepypasta de hoy tuvo lugar en una instalación científica confidencial en 1983, y su reputación como uno de los misterios más aterradores es cada vez mayor desde que se difundió por primera vez a través de la comunidad NoSleep en Reddit en 2012.

Se dice que este experimento nació a raíz de estudios anteriores sobre los resultados de la privación sensorial en la mente humana, pero este proyecto se centraba en aspectos mucho más metafísicos. El objetivo era comprobar si un humano privado de cualquier estímulo sensorial acabaría estableciendo contacto con otro estado de conciencia… tal vez incluso llegando a ver u oír a Dios.

Los médicos que llevaban a cabo el experimento estaban dispuestos a realizar procedimientos ilícitos, y el único voluntario se describe como un hombre mayor que afirmaba no tener «ningún motivo para vivir».

La primera etapa del experimento consistió en cortar las conexiones nerviosas de todos los principales órganos sensoriales del hombre, dejándole sin poder ver, oír, tocar, saborear u oler, pero sin perder todas las funciones cognitivas y motrices del cerebro, lo que le convirtió en un prisionero virtual dentro de su propia mente.

Durante los primeros días tras la operación, el hombre sólo podía murmurar algunas frases ininteligibles, pero a mitad de la primera semana empezó a hablar de forma más coherente. Sus primeras palabras entendibles se referían a que oía voces en su cabeza, incluso a que había hablado con su difunta mujer.

Al parecer, se trata de un fenómeno habitual entre quienes padecen ciertas enfermedades neurológicas degenerativas que afectan a las funciones cognitivas, sensoriales y motoras: las alucinaciones vívidas, entre ellas las «visiones» de seres queridos difuntos, son síntomas habituales en estos casos.

El estudio, realizado por neurocientíficos entre 2000 y 2003, reveló que el 39,8% de los pacientes afectados por estas dolencias experimentan alucinaciones. Pero las alucinaciones de este paciente dieron un giro inexplicable de repente.

Durante los días posteriores, el hombre dijo que podía ver y oír a más gente muerta y describió a algunos de ellos con detalle a los médicos… que se quedaron atónitos al darse cuenta de que estaba hablando de sus propios familiares y amigos fallecidos. Estas divulgaciones perturbaron a algunos de los científicos lo suficiente como para que se negaran a seguir colaborando en el experimento.

Pero el terror que sentían no tenía nada que ver con el que sufría el protagonista del experimento en esa fase.

Al poco tiempo, las voces se volvieron tan insoportables que el paciente intentó autolesionarse para distraerse del interminable torrente de voces en su cabeza. Los médicos que quedaban intentaron sedarlo, pero se despertaba asustado muchas veces.

Cada vez se escuchaban más voces y el hombre mayor dijo que habían empezado a contar cosas terribles, incluso presagios sobre el fin del mundo.

«No existe el Cielo», empezó a gritar sin cesar. «No hay perdón».

Las autolesiones del paciente se fueron agravando hasta el punto de tener que atarlo para evitar que se suicidara. Aun así, los médicos siguieron observándolo durante unos cuantos días más, convencidos de que estaba a punto de revelar verdades absolutas.

Finalmente, cuando uno de los médicos se acercó a su cama para cambiarle la vía intravenosa (el hombre llevaba más de una semana sin comer ni beber), el paciente se volvió hacia él y le miró directamente a los ojos.

El paciente estaba ciego… pero el médico sabía de alguna manera que podía verle. En ese momento, el anciano susurró sus últimas palabras:

«He hablado con Dios… y nos ha abandonado».

En el momento en que el paciente dejó de hablar, sus constantes vitales desaparecieron de inmediato. Nunca llegaron a aclararse la causa de su muerte, que sigue siendo un misterio.