¿Magia o asesinato? El secreto de «El juego de los peatones imprudentes»

¿Magia o asesinato? El secreto de «El juego de los peatones imprudentes»

¿Magia o asesinato? El secreto de «El juego de los peatones imprudentes»

El creepypasta de hoy tiene que ver con un «juego» al que nunca se debe participar y también nos recuerda ser más atentos a la hora de cruzar la carretera… ya que puede que alguien esté jugando al juego y te haya elegido a ti como participante involuntario.

El juego tiene muchos nombres, pero es más conocido con el simple nombre de «Jaywalk» (peatón imprudente). Según la leyenda, el juego se desarrolla a partir de que cada persona tiene asignada una determinada esperanza de vida y, si quiere ganar más tiempo, tiene que robar ese tiempo de otras personas. Por tanto, cuantos más años de vida le queden a la víctima, más vida ganará el jugador.

Pero, como suele ser el caso con todos los pactos faustianos, hay que seguir algunas reglas y pautas muy específicas.

En primer lugar, están los factores prácticos: a los jugadores potenciales se les indica que elijan un vehículo robusto, para evitar que ellos mismos se conviertan en víctimas; y en segundo lugar, las reglas aconsejan elegir una víctima joven, para tener más probabilidades de ganar más años… aunque esto no es ninguna garantía

Y ahora es cuando las cosas se ponen realmente específicas.

Solo se podrá jugar en «una carretera de asfalto negro con una línea amarilla bien definida», por razones que nunca se explican del todo. Además, el candidato debe cumplir al menos uno de los siguientes criterios para que el ritual funcione:

Debe (a) cruzar la calle corriendo sin mirar si viene algún vehículo en sentido contrario; (b) andar más de dos metros por la carretera sin pisar el bordillo, el arcén o la acera; (c) pararse en la línea amarilla durante al menos tres segundos; (d) tropezar y caerse al cruzar -sobre todo si la caída le hace sangrar-; o (e) dejar caer y romper un objeto personal en la carretera, siempre que el objeto roto caiga entre la línea amarilla y el borde de la carretera.

Según los requisitos del juego, cualquiera de las acciones mencionadas significa que la víctima se ha «desprendido» de su línea de tiempo asignada momentáneamente… y sólo mientras está en este estado el conductor podrá «recibir» el tiempo de vida de su víctima.

El resultado no es más que un problema matemático: si, por ejemplo, al jugador se le ha diagnosticado una enfermedad terminal y le quedan seis meses de vida, pero consigue atropellar a una víctima (suponiendo que cumpla los criterios citados arriba) a la que le queden ocho años de vida, al jugador le quedarán ocho años de vida.

Las personas que han desvelado de forma anónima los secretos del juego también han difundido una advertencia inquietante: al parecer, existe un «club» internacional de jugadores -la mayoría de los cuales son ancianos- que se dedica a este juego con regularidad.

Se cree que el presunto creador del juego se dio a conocer en las redes sociales bajo el nombre de «White Sunrise» en un hilo en un foro donde la gente estaba hablando sobre el juego y de si un jugador llamado George Russell Weller había incumplido las reglas en un intento fallido de atropello.

Uno de los posts más extendidos sobre el juego -quizás de uno de sus jugadores habituales- acaba con esta breve pero tajante advertencia a los peatones jóvenes:

«No bajes a la acera… y mantén la cabeza agachada»…..