El camarero es el mejor amigo de todo el mundo durante una noche de fiesta. Te atenderá con bebidas siempre y cuando tengas suficiente dinero y no estés demasiado borracho para que te sirvan.

Y hoy es el «Día Mundial del Camarero», un día para rendir homenaje al personal de nuestros bares habituales. Trabajan sin descanso para mantener a sus clientes contentos, y a veces brindan consejos psicológicos muy acertados o un apoyo que ni siquiera tus amigos más cercanos pueden proporcionarte.

Por lo tanto, para celebrar esta fecha, lo que sigue es una selección de algunos de los bares más memorables de las cintas de terror. Después de verlas, puede que te apetezca una copa, o quizás todo lo contrario.

THE WINCHESTER – Zombies Party (Una noche… de muerte)

El bar como lugar de refugio. Quizá estemos demasiado sensibilizados con que los establecimientos de copas británicos sean el lugar donde se producen peleas y ZOMBIES PARTY no cambia esta imagen. Pero aquí el bar se convierte en algo más. Es por un lado nuestra salvación, por otro lado el sitio donde tomamos una birra, pero también el telón de fondo del desarrollo de los personajes y, por último, el escenario de una de las peleas más locas y divertidas en un pub de la historia.

 

 

THE GREEN MAN INN – EL HOMBRE DE MIMBRE

Si alguna vez un bar necesitaba algo para ser recordado en el cine, los intentos de Britt Ekland por distraer e inquietar al sargento Neil Howie (Edward Woodward) en The Green Man Inn es lo único que necesita. EL HOMBRE DE MIMBRE, la fantástica película de terror británica de Robin Hardy, se caracteriza por una sensación inquietante de desequilibrio entre un rito religioso supuestamente pacífico y un subtexto más oscuro, sexual o violento, que queda perfectamente reflejado dentro del bar.

 

 

La oveja degollada – Un hombre lobo americano en Londres

La visión de John Landis de los bares británicos refleja a la perfección ese sentido de tribalidad que distingue a un local de copas de su rival del otro lado de la calle. Aquí, los dos mochileros americanos se sienten poco bienvenidos cuando los locales se mofan de ellos y les obligan a salir por la puerta principal para acabar convirtiéndose en comida de hombres lobo.

 

 

EL KOROVA MILK BAR – CLOCKWORK ORANGE

De acuerdo, no se toman bebidas alcohólicas en este bar, ya que por el nombre del mismo está claro que la leche es la bebida por excelencia. Pero el bar es tan moderno, tan emblemático y tan ridículo que merece ser incluido. Sólo hay que fijarse en las mesas, ¡por Dios! Y, lógicamente, no podemos recomendar la ultraviolencia…

 

 

LA TETA ENROSCADA – From Dusk Till Dawn

Un lugar caótico, sanguinario, perverso, sádico, sexy y destartalado para pasar un viernes por la noche. Pero ya que las bailarinas hacen lo suyo, mientras nos tomamos una buena cerveza fría no nos importa pasar por alto algo de violencia vampírica.