EL LIBRO DE ANIMACIÓN CON VIDA PROPIA

EL LIBRO DE ANIMACIÓN CON VIDA PROPIA

EL LIBRO DE ANIMACIÓN CON VIDA PROPIA

Como ocurre con tantos creepypastas y otros relatos similares, la historia que os presentamos hoy es obra de un autor cuya información personal es algo limitada. Los únicos detalles que tenemos proceden de un usuario conocido como ArmTheAnon, que publicó el relato en 2010.

A día de hoy, el perfil de ese usuario ha desaparecido, y su verdadera identidad sigue desconocida.

Su historia empezó hace mucho tiempo, en las clases de arte del colegio. Uno de los trabajos preferidos del autor era hacer «papirotaquiscopios», cuadernillos hechos a mano en los que los alumnos podían crear unas animaciones sencillas.

El autor recuerda haber disfrutado mucho con un libro de 50 páginas en el que invirtió muchas horas de trabajo. En él, había un muñeco de palo caminando por la página, que sonreía y saludaba antes de marcharse.

Era una cosa sencilla, pero le fascinaba al autor, y recuerda que estuvo obsesionado con el libro durante bastante tiempo. Pero al final perdió el interés y lo dejó abandonado.

Pasaron muchos años, el autor se hizo adulto, y el libro quedó en el olvido… hasta que un día descubrió una caja que contenía los dibujos de su infancia, que su madre había guardado en un estante del armario de su habitación.

Nada más coger el libro, los recuerdos le invadieron y sonrió al abrirlo por primera vez después de varias décadas.

Fue entonces cuando se percató de algo raro en el libro: mientras que los demás dibujos se habían quedado secos y agrietados por el paso del tiempo, el libro parecía tan nuevo como si se hubiera confeccionado ese mismo día.

Pero eso no era lo más extraño.

Al pasar las páginas, el muñeco de palo apareció, sonrió y saludó como tantas otras veces… pero esta vez no abandonó la página. Se quedó mirando fijamente al autor.

Al principio pensaba que quizás se trataba de un libro diferente, o que lo había recordado de manera diferente. Pero cuando volvió a pasar las páginas, se dio cuenta de que la animación había cambiado una vez más.

Ahora se veía un segundo muñeco de palo. Tenía un aspecto distinto: tenía una mirada extraña y llevaba algo en la mano.

Justo cuando el otro muñeco empezó a levantar lo que llevaba, el autor llegó a la última página.

Confuso y desconcertado por lo que había visto, el autor intentó hojear el libro de nuevo… y quedó aterrado por lo que ocurrió a continuación.

Aunque parezca imposible, la animación continuaba desde el punto en que se había quedado, con la segunda figura enfrentándose a la primera. El objeto que llevaba debió de ser un mazo o una cuchilla, porque empezó a golpear al primero en la cabeza con él.

El primero cayó al suelo, pero el segundo seguía golpeándolo o apuñalándolo hasta que se convirtió en una mezcla de líneas irregulares. Algo que parecía ser una mancha de lápiz comenzaba a extenderse hacia los alrededores del cuerpo de la figura arrugada… pero el patrón se parecía mucho a un charco de sangre.

Llegó al final del libro de nuevo. El autor se detuvo y respiró profundamente, intentando asimilar lo que acababa de presenciar. No podía ser real… debía estar alucinando o soñando.

Pero necesitaba ver lo que sucedería después. Armándose de valor, empezó a hojear el libro de nuevo.

La figura enloquecida seguía allí… y seguía atacando las líneas que quedaban de la primera figura. La «sangre» de grafito salpicaba y se extendía por todos lados mientras el muñeco se dedicaba a arrancar las extremidades retorcidas. Parecía estar doblando los brazos y piernas desmembrados en una nueva y horrible forma…

A continuación, el muñeco de palo asesino empezó a hacer lo mismo con sus propias extremidades, esparciendo una nueva ducha de sangre negra por todas partes. Sus partes cortadas se unieron a las de la primera figura… y fue entonces cuando el autor se dio cuenta de que no estaban colocadas al azar. Las líneas rotas y desgarradas habían formado dos palabras.

«TÚ ERES EL SIGUIENTE».