Celebramos el día de Australia con algunas de sus mejores cintas de terror

Celebramos el día de Australia con algunas de sus mejores cintas de terror

Celebramos el día de Australia con algunas de sus mejores cintas de terror

Australia. Un país. Un continente. Una tierra de playas vírgenes y desiertos despiadados, osos koala adorables y tiburones blancos asesinos. El sexto país más grande del mundo, con tan sólo 21 millones de habitantes. Está más cerca de Asia que de cualquier otro continente, tanto que muchos viajan a Bali para pasar algún fin de semana, pero no se parece en nada a Asia.

Cada 26 de enero se celebra el Día de Australia, ya que esta fecha corresponde al aniversario de la llegada de la primera flota de barcos británicos a Nueva Gales del Sur en 1788, así como del izado de la bandera de Gran Bretaña en dicho lugar. No obstante, en la Australia actual las celebraciones se centran mucho menos en la llegada de dichos barcos, y se centran más en la diversidad de la sociedad y el paisaje del país.

Australia ha regalado al mundo con legendarios cineastas, una estética gótica innovadora y algunos de los mejores sustos del género a pleno sol. Desde niñas desaparecidas hasta bestias asesinas, la verdad es que Australia lo tiene todo. Por lo tanto, con motivo del día de Australia, hoy hemos querido destacar el terror que se realiza en el extremo más lejano del mundo.

PICNIC EN HANGING ROCK (1975)

Esta es quizás la película más fantasmagórica que existe que no trata de fantasmas, al menos no directamente.

El día de San Valentín de 1900, las estudiantes de la Escuela Appleyard van de excursión a Hanging Rock, una región australiana montañosa. A lo largo del día se producen una serie de fenómenos sobrenaturales: el tiempo se detiene, estudiantes y profesoras pierden el conocimiento y tres chicas y una profesora desaparecen.

Esta cinta, una de las primeras películas del renombrado director Peter Weir es extrañamente seductora. Ambientado principalmente en una montaña australiana real, que ha generado leyendas propias, Weir consiguió fundamentar su tono surrealista con un trasfondo realmente auténtico. Pero son los eventos inexplicables, llenos de simbolismo y ambigüedades inquietantes, que cimentan esta película como una obra maestra sobre la mitología.

 

 

LARGO FIN DE SEMANA (1978)

Una pareja, Peter y Marcia, está viviendo un momento de crisis con discusiones continuas. Para solucionarlo deciden aparcarlo todo y salir un fin de semana los dos solos a un lugar tranquilo donde puedan resolver sus problemas. Sin embargo, cuando estén instalados y dispuestos a disfrutar del respiro se darán cuenta que será lo último que podrá hacer.

En LARGO FIN DE SEMANA el villano posee una ubicuidad omnipotente ya que está presente en todo tipo de animales, desde bichos diminutos hasta las bestias en el agua y los pájaros en el cielo. Cuando uno de los aterrorizados personajes agita su pistola de forma desesperada, está apuntando a todo y a nada a la vez. Es una conclusión desgarradora de una obra maestra del cine de terror minimalista.

 

 

THE LOVED ONES (CITA DE SANGRE) (2009)

Para los adolescentes, pocas noches son más especiales que el baile de graduación. La ropa tan elegante, esos bailes lentos con sus primeros amores y las fiestas que siguen hasta las tantas de la mañana siguiente se convierten en recuerdos para toda una vida. En su ópera prima, el director Sean Byrne nos enseñó algunas de las arraigadas tradiciones australianas relacionadas con este importante momento de la vida. Según esta cinta, el baile de graduación implica que tu padre te ayude a secuestrar al chico que amas, inyectarle una dosis de lejía en sus cuerdas vocales para que no pueda estropear la velada con sus declaraciones de amor, y un toque de tortura juguetona. Realmente no hay nada parecido a tener dieciocho años y estar enamorad@.

 

 

DYING BREED (2008)

Y seguimos nuestra lista con más survival horror. Dirigido por Jody Dwyer, DYING BREED sigue a cuatro amigos quienes acuden a los bosques del norte de Australia en busca del legendario tigre de Tasmania. Pronto se verán envueltos en una horrible pesadilla que tiene su origen en la leyenda del Pieman y sus caníbales descendientes.

Dying Breed no es ninguna broma: extremadamente violenta e inquietante sin ni siquiera un momento cómico a la vista. Por razones desconocidas, la película pasó desapercibida cuando merecía haber sido un gran éxito, sobre todo cuando películas muy similares lograron un éxito planetario en la misma época.

 

 

LAKE MUNGO (2008)

Esta película, que se presenta como un auténtico documental paranormal, establece un ambiente oscuro que resulta ser muy contrastante con la cinematografía cálida y luminosa de Australia. Es muy eficaz a la hora de provocar una sensación inquietante sobre la posible existencia de una fuerza incomprensible en el mundo que esté actuando en nuestra contra. En resumidas cuentas, la cinta es un retrato tranquilo y contenido de la pena que sigue a una familia de luto que experimenta signos de lo paranormal después de que su hija se ahogue trágicamente.

A través de una serie de imágenes fijas, entrevistas grabadas con un estilo documental y zooms lentos, Anderson logró rodar una de las pocas películas en la última década que nos ha quitado el sueño. Este falso documental de terror despliega su historia a través de una serie de giros inesperados que hacen que las convenciones de género y las expectativas de la audiencia estén en su cabeza sin dejar caer la sofocante atmósfera de terror afligido por el dolor. Tiene una energía inquietante de principio a fin, pero cuando acabas descubriendo lo que está sucediendo de verdad, no sólo es aterrador sino que también tiene un efecto emocional devastador.