Un 1 de agosto de 1971 se estrenó EL ÚLTIMO HOMBRE… VIVO; la segunda adaptación de la novela «Soy leyenda» de Richard Matheson, esta vez dirigida por Boris Sagal y con Charlton Heston en el papel principal.

Cabe mencionar que George A. Romero se inspiró directamente en la novela de Matheson a la hora de escribir ‘La noche de los muertos vivientes’, y que posteriormente Heston «tropezó» con la obra y acabó trabajando con el productor Walter Seltzer para llevarla a la gran pantalla.

Heston se autoalabó por haber concebido un «enfoque distinto del guión» (junto con Walter Seltzer) al establecer que la causa del apocalipsis había sido una guerra bacteriológica iniciada la China.  Dicho esto, la guionista Joyce Corrington se atribuye a sí misma el mérito, diciendo en una entrevista de 2003 que viene en el Blu-ray: «Todo giraba en torno a los vampiros, y no me parecía apropiado. Tengo un doctorado en química… y la guerra bacteriológica me parecía algo que podía acabar con la humanidad, así que optamos por eso en vez de los vampiros».

En cualquier caso, la película llegó a recaudar 29.900 dólares en su primera semana antes de conseguir 4 millones de dólares en las salas de cine en los Estados Unidos y Canadá, y actualmente es considerada todo un clásico de culto. Por lo tanto, con motivo del 50º aniversario de esta divertida y entrañable película, lo que sigue es una serie de curiosidades que tal vez no conocías:

– “Incapaz de asustar” o “Mal interpretada”son algunas de las comentarios que Charlton Heston dedicó a la primera adaptación, EL ÚLTIMO HOMBRE SOBRE LA TIERRA, con Vincent Price como actor principal. Ello explica que Heston fuese el productor y protagonista de EL ÚLTIMO HOMBRE VIVO. Aún así, consideró la película como el proyecto personal del que menos feliz se sintió, con la excepción de MAYOR DUNDEE de Sam Peckinpah.

Pero ¿cómo llega Heston a este proyecto? Se atribuye al mismísimo ORSON WELLES la recomendación de la novela de Matheson como futuro proyecto para el actor. Se supone que ocurrió después de que ambos trabajaran en SED DE MAL. Defendió, el tratamiento del guión, pero admite que haber sido más fiel a la novela, sin sustituir vampiros por mutantes, podría haber influido positivamente en el resultado. Si no se hubiese visto presionado por el estudio, hubiera sido distinto.

– Richard Matheson dijo que El último hombre… vivo (1971) era tan diferente de su libro que ni siquiera se preocupaba.

-Comparte mucho en común con EL PLANETA DE LOS SIMIOS y HASTA QUE EL DESTINO NOS ALCANCE y las 3 conformaban un tríptico futurista de tintes pesimistas.

– La productora quería un set de rodaje que pareciera una zona metropolitana abandonada, pero resultaba demasiado costoso construirlo. Uno de los productores recorrió el centro de Los Ángeles en coche un fin de semana y se dio cuenta de que no había nadie haciendo compras. A raíz de ello, la mayoría de las escenas de exteriores se rodaron allí durante los fines de semana.

– Los guionistas tuvieron la idea de tener una mujer afroamericana como pareja de Neville en la película. Aunque una relación interracial aún se consideraba controvertida en los años setenta, los guionistas pensaron que en un mundo en el que la humanidad casi se había extinguido, los pocos supervivientes ya no se preocuparían por estos asuntos.

– Muchos detractores de Heston y de la cinta reducen EL ÚLTIMO HOMBRE VIVO a una parábola del enfrentamiento entre ideas ultraconservadoras e izquierdistas. De hecho, se suelen referir a ella como la cinta en que Heston lucha contra los hippies, a los que culpa del fin del mundo.

– Anteriormente, el estudio británico Hammer Films había barajado la posibilidad de llevar a cabo una adaptación cinematográfica del libro de Matheson bajo el título de «Las criaturas de la noche», con un guión del propio Matheson. Al final, la idea se descartó por ser demasiado gráfica, por lo que nunca llegó a llevarse a cabo.

– El director Tim Burton dice que esta es una de sus películas favoritas, y es la única película que llevaría consigo si se quedara varado en una isla desierta. Más tarde trabajó con Heston en su remake de El planeta de los simios.

Pese a sus fallos, la cinta ha quedado como la adaptación más popular de la novela. Robert Neville ya quedó con el rostro de Heston, y los mutantes con aspecto de cadavéricos monjes medievales. Y, justo o no, la novela ya encontró su imagen real en El Último Hombre… Vivo.