5 películas que abordan el síndrome de la bata blanca

5 películas que abordan el síndrome de la bata blanca

5 películas que abordan el síndrome de la bata blanca

Cada 30 de marzo se celebra el Día del Médico, una fecha en la que se reconoce la importancia del trabajo de los médicos en la comunidad y en la vida de la gente, sobre todo teniendo en cuenta las circunstancias actuales. Imagínese cómo sería la vida si no hubiera médicos en el mundo.

No se puede negar que la sanidad es uno de los sectores más importantes del mundo. Dicho esto, mucha gente tiene un miedo debilitante a los médicos, sobre todo porque tener que visitar al médico a menudo es sinónimo de padecer algún tipo de problema con la salud. Este miedo a los médicos es algo que el cine de terror ha explotado desde hace mucho, así que, con esto en mente, lo que sigue es una selección de cintas protagonizadas por médicos con los que jamas querrás tener que ver la próxima vez que vayas a una revisión médica.

Si padeces del síndrome de la bata blanca, sigue leyendo, si te atreves.

VIERNES 13 (BLACK FRIDAY) (Arthur Lubin, 1940)

Combinando el cine noir de gánsteres con elementos de terror y protagonizada por Boris Karloff y Bela Lugosi, VIERNES 13 relata cómo un científico injerta en el cuerpo de un profesor muerto el cerebro vivo de un gánster que acaba de morir; el profesor vuelve a la vida, pero cada tanto tiene atisbos de otra personalidad con ganas de venganza.

Se trata de una película que pertenece a una serie de cintas inspiradas en las novelas policiacas de los años 20, que lograron mezclar el terror y el melodrama del crimen. VIERNES 13 fue una de las mejores que se rodaron en esa época, aunque muchas veces cae en el olvido, a pesar de contar con dos de los mejores actores del género de terror. Con VIERNES 13 Arthur Lubin creó una visión única de la historia de Jekyll y Hyde, una película que recomendamos rescatar por lo desconocida que es.

 

 

LOS OJOS SIN ROSTRO (Georges Franju, 1960)

Esta adaptación cinematográfica basada en la novela de Jean Redon y dirigida por Georges Franju es un oscuro y retorcido relato cinematográfico que reflexiona sobre la belleza, la muerte, y el papel vital que juega la cara como eje de nuestra personalidad pero también como máscara para esconder nuestra identidad.

Cuenta la historia de un brillante y desquiciado neurocirujano, el Doctor Génessier, que rapta chicas con el fin de utilizar su piel para reconstruir la belleza de su hija, destrozada por un trágico accidente de coche del que él se siente culpable.

Lo cierto es que la cinta surgió como una anomalía cinematográfica de la época y, en un principio, no tuvo muy buena acogida entre la crítica aunque hoy (casi) nadie duda en calificarla de obra maestra. Cabe destacar las interpretaciones geniales de sus protagonistas (Edith Scob, Alida Valli y Pierre Brasseur) y la banda sonora de Maurice Jarre que añade una fuerza extraordinaria; y la máscara, que carece de rasgos humanos pero tiene una expresión de tristeza muy explícita – un símbolo de la pesadilla en que se ha convertido su vida desde el accidente.

 

 

VICIOS DIABÓLICOS (Frank Henenlotter, 1990)

En 1990, Frank Henenlotter rindió homenaje al cuento clásico de Shelley de la única manera que sabía: sustituyendo la elegancia del libro por personajes de pacotilla, el derramamiento de sangre con fines de explotación y una ex-estrella de la revista Penthouse (Patty Mullen).

Modificando la trama de Shelley bastante, conocemos a Jeffrey, un joven electricista que tiene como afición la bioquímica. En una reunión familiar en la que se celebra el cumpleaños de su padre, Jeffrey presencia la muerte de su novia, Elizabeth, despedazada por la cortadora de césped que acababan de regalar al homenajeado. Jeffrey coge alguna de las partes mutiladas, y las lleva a su taller. Su objetivo es devolver a la vida a Elizabeth, recomponiendo su cuerpo y animándolo con la energía eléctrica de una gran tormenta que se producirá en un par de días. Pero para ello necesita encontrar miembros frescos con los que componer un nuevo cuerpo para Elizabeth. Las prostitutas del otro lado de la ciudad serán las candidatas perfectas para conseguir un cuerpo para su chica.

Si estuviera viva hoy, estamos seguros de que Mary Shelley estaría orgullosa de esta cinta.

RE-ANIMATOR (Stuart Gordon, 1985)

Entre los proyectos más audaces y excéntricos de los años 80 fue esta adaptación del relato de H. P. Lovecraft “Herbert West: reanimador”.

Ganadora del premio a la mejor película en el festival de cine fantástico de Sitges, RE-ANIMATOR es uno de los proyectos más originales sobre muertos vivientes de todos los tiempos que nació a raíz del hecho de que Stuart Gordon quería crear algo nuevo relacionado con la leyenda de Frankenstein ya que el género se vio inundado por películas de Drácula en esa época.

Aunque los muertos reanimados en esta cinta tienen mucho más que ver con los que estamos acostumbrados a ver en las típicas películas de zombis, no hay duda de que el excéntrico Dr. Herbert West (Jeffrey Combs) comparte mucho en común con el Dr. Frankenstein.

INFECTION (Masayuki Ochiai, 2004)

Los hospitales son los últimos lugares a donde nos gustaría tener que ir para ver a un amigo cercano o pariente, y mucho menos como paciente, pero Masayuki Ochiai logra aumentar este temor común a proporciones inimaginables.

Un error médico provoca la muerte de un paciente en un oscuro y solitario hospital. Doctores y enfermeras, lejos de responsabilizarse, intentarán ocultarlo, aunque no tardarán en descubrir que su error tendrá unas terribles consecuencias. Diferentes pacientes morirán en extrañas circunstancias, con unos síntomas que desafían cualquier explicación médica.

Todo eso es bastante sombrío en sí mismo, pero Ochiai lleva la locura a otro nivel inyectando observaciones que esbozan verdades importantes sobre asistencia médica, y empezarás a cuidarte como nunca tras ver esta cinta.