Cada década ha producido algunas películas que se han convertido en verdaderos clásicos, mientras que otras han quedado completamente olvidadas en el tiempo. Siempre es justo, pero como es lógico, muchas de las películas que perduran y se convierten en las obras más conocidas dentro de su género no siempre merecen ese honor. Y luego hay otras películas que apenas son recordadas y que en realidad son los trabajos más interesantes de la década.

Los años 70 fueron realmente una década dorada para el cine de terror, pero por desgracia, parece que cada vez que nace un clásico, otra obra fantástica cae en el olvido. Por lo tanto, nuestra lista de hoy recoge algunos de aquellos diamantes en bruto que merecen una mayor atención.

Matar o no matar, este es el problema (1973)

Al ver MATAR O NO MATAR, ESTE ES EL PROBLEMA, se nota claramente que su protagonista, Vincent Price, se lo está pasando en grande. Edward Lionheart (Price), prestigioso actor de teatro inglés, especializado en los personajes de Shakespeare, se siente muy humillado, cuando el Círculo de Críticos de Londres se niega a concederle un prestigioso galardón. Lleno de ira, planea meticulosamente una insólita venganza: eliminar, uno a uno, a todos los críticos que despreciaron su talento, eligiendo en cada caso un tipo distinto de muerte, todas ellas inspiradas en las obras de Shakespeare.

Los métodos utilizados para acabar con la gente permiten a Price desarrollar una actuación fantástica que no se puede perder.

 

Escalofrío (1977)

La historia se abre en una mañana normal y corriente en la que Julia Lofting (Farrow) y su marido Magnus (Keir Dullea), y su hija Kate (Sophie Ward) se sientan a desayunar. Las cosas dan un giro trágico cuando Katie empieza a atragantarse con una manzana que sus padres, presas del pánico, no pueden quitar de su boca. Julia coge un cuchillo para realizar una traqueotomía pero no consigue salvarla.

A partir de ahí, esta historia de fantasmas se centra en una madre afligida y atormentada por el recuerdo de su hija en una casa nueva con su propio pasado trágico, que incluye un dormitorio lleno de juguetes, uno de los cuales es un espeluznante payaso. Sin duda, los fans de POLTERGEIST, EL ORFANATO y, por supuesto, LA SEMILLA DEL DIABLO, reconocerán matices de esas películas en ESCALOFRÍO.

 

Retorno desde la quinta dimensión (1978)

Aquí tenemos una película de terror para todos aquellos que se preocupan cada vez que creen haber encontrado un nuevo lunar en su piel.

Karen Tandy (Susan Strasberg) es una joven mujer que sufre de un tumor en el cuello, y es atendida en un hospital de San Francisco. Después de una serie de pruebas, los médicos comienzan a sospechar que el extraño tumor parece ser un feto humano. Karen pronto sabrá de que el tumor que no deja de crecer en su espalda, no solo tiene vida, sino que también contiene el diabólico espíritu de un antiguo hechicero indio llamado Misquamacus: el Manitú está a punto de aparecer…..

Si consigues dejar de lado este argumento tan absurdo, RETORNO DESDE LA QUINTA DIMENSIÓN es una película realmente divertida. Quien quiera disfrutar de una película en compañía de sus amigos, esta cinta es su mejor opción.

 

Las dos caras de Julia (1978)

Antes de JÓVENES Y BRUJAS, llegó LAS DOS CARAS DE JULIA. Al igual que su predecesora de los 90, esta cinta mezcla adolescentes rebeldes con elementos de brujería. Y por si esto te parece poco, ten en cuenta que se trata de una de las primeras películas de Wes Craven, protagonizada por Linda Blair, tan sólo cinco años tras su participación en EL EXORCISTA.

Una adolescente llamada Julia se traslada a vivir con la familia de una de sus primas, Raquel. Sin embargo, la unidad familiar empieza a resquebrajarse a partir de la llegada de la nueva huésped que muestra su lado más oscuro. La primera víctima es un caballo propiedad de la familia; después el novio de su prima y más tarde, incluso intentará acabar con la vida de sus padres y hermanos.

Al igual que la mayoría de las películas de terror realizadas para la televisión en los años 70, el hecho de que no se rodara para los cines no menoscaba su capacidad de aterrorizar al público.

 

Cromosoma 3 (1979)

A pesar de ser una película sobre «niños malvados», CROMOSOMA 3 fue la película más madura y marcadamente personal del escritor-director David Cronenberg. Inspirado por sus propios problemas maritales, la película sigue a una neurótica Nola Carveth (Samantha Eggar) que acepta participar en una serie de ensayos poco convencionales a manos del Dr. Hal Raglan (Oliver Reed). Aterrada por su ansiedad y resentimiento, traumada por una infancia turbada, al final se rompe y acaba dando a luz a una camada de macabros niños mutantes. Canalizando las emociones de Nola, los niños diabólicos actúan sobre los deseos secretos de Nola, para hacer daño a todos a quien ella guarda rencor.