5 CINTAS QUE COMBINAN EL TERROR Y EL CINE NOIR

5 CINTAS QUE COMBINAN EL TERROR Y EL CINE NOIR

5 CINTAS QUE COMBINAN EL TERROR Y EL CINE NOIR

A menudo, el cine de terror y el cine noir encajan a la perfección. La correlación es evidente: ambos géneros surgieron a partir de los movimientos expresionistas alemanes de los años 20 y llegaron a abarcar una amplia paleta de subgéneros dentro de sí mismos. Ambos utilizan el suspense y el misterio para manipular nuestras emociones, aunque sus fines sean distintos. Ambos suelen (aunque no siempre) centrarse en un acto violento que termina por llevar a los personajes a la perdición.

Si bien es cierto que se puede hacer una clara distinción entre el cine de terror y el cine noir, hay una larga lista de títulos que se sitúan dentro de ambos géneros simultáneamente. Y eso por eso que hoy presentamos una lista de 5 películas indispensables de crímenes y terror que se mantienen en el límite entre el terror y el cine noir, o que lo mezclan de tal manera que es imposible hacer una distinción entre ellos.

 

EL HÉROE ANDA SUELTO (1968)

En esta, su ópera prima, Peter Bogdanovich recurrió con gran acierto a Boris Karloff (que le debía dos días de rodaje al productor Roger Corman debido a un proyecto anterior) para encarnar a un icono del cine de terror cansado y con muchas coses en común con su propia vida. Bogdanovich dividió la trama con una historia sin relación aparente sobre un joven hombre con una apariencia perfecta (inspirado en el asesino de masas de la vida real, Charles Whitman) que empieza a disparar a un sinfín de víctimas al azar.

Al final, las dos narrativas coinciden y el resultado es una reflexión muy inquietante sobre la naturaleza del terror idealizado frente a la banalidad de la realidad. Esta sigue siendo una de nuestras películas de terror predilectas de todos los tiempos, por lo profética y desconcertante que sigue siendo 53 años tras su estreno y por las interpretaciones realistas de Karloff y Tim O’Kelly.

Resulta casi imposible apreciar que Boris Karloff no se encontraba bien de salud, ya que padecía un enfisema y artritis reumatoide y sólo contaba con la mitad de un pulmón, por lo que pasaba los ratos entre tomas en una silla de ruedas con una máscara de oxígeno. También llevaba aparatos ortopédicos en ambas piernas y le costaba estar de pie o caminar sin su bastón. Por suerte, Karloff pudo ver la película terminada y disfrutar de los merecidos elogios que recibió por su interpretación.

En resumen, muchos cineastas contemporáneos pueden aprender más de una lección o tres del planteamiento cinematográfico de Bogdanovich, algo que no se suele poder decir respecto de una obra de un cineasta primerizo.

 

 

LOS OJOS DE Laura Mars (1978)

Este thriller de finales de los años setenta, protagonizado por Faye Dunaway en el papel de una glamurosa fotógrafa de moda que tiene un vínculo psíquico con un asesino en serie, es una fascinante vuelta de tuerca al género giallo italiano, así como un predecesor directo de la ola de películas slasher que poco después llegarían al mercado. Esto tiene su lógica ya que el guión fue adaptado partiendo de un borrador escrito nada menos que por John Carpenter, cuyo éxito LA NOCHE DE HALLOWEEN (que comparte mucho de su ADN, incluyendo las tomas desde la perspectiva del asesino) se estrenaría sólo unos meses más tarde. Por otra parte, el entorno sombrío de Time’s Square hace que la película sea un complemento perfecto para clásicos del crimen neoyorquino como Asalto al tren Pelham 123 y Buscando al señor Goodbar, así como para La noche de Halloween o Viernes 13.

 

 

LOBOS HUMANOS (1981)

Esta mezcla de géneros de principios de los 80 que combina un oscuro caso policial urbano, una película de criaturas sobrenaturales y un tenebroso tecnotriller de ciencia ficción, es una verdadera rareza. Una serie de asesinatos de animales por toda la ciudad lleva a un detective intrépido y a un psicólogo criminalista escéptico a descubrir una conspiración de enormes proporciones en la que están implicadas empresas de seguridad privadas, el mundo subterráneo de Nueva York y una antigua raza de dioses lobos. Se podría pensar que una cinta con un argumento tan enrevesado sería más bien una comedia psicodélica, pero LOBOS HUMANOS es 100% seria, lo que la convierte en una película fascinante e hipnótica.

 

 

Tenebrae (1982)

El género giallo italiano se sitúa en el punto perfecto entre el crimen y el terror, incorporando elementos esenciales del teatro grand guignol, los misterios detectivescos, el romance gótico, los thrillers «hitchcockianos» y las películas slasher. Y cuando pensamos en el giallo, el primer nombre que se nos viene a la cabeza es el de Dario Argento. Aunque Tenebrae supuso el regreso de Argento al género tras una racha de películas de terror sobrenatural, su estructura meta le permite reflexionar sobre su propia obra, lo que la convierte en su película más personal y en una declaración definitiva sobre el género giallo.

 

 

Seven (1995)

Después de El silencio de los corderos, tal vez no ha habido otra película moderna sobre asesinos en serie más influyente que Seven, de David Fincher. Al igual que su predecesora, Seven abarca tanto el cine negro como el de terror; de hecho, se adentra aún más en ambos para introducir el público en un universo de auténtica pesadilla. Incluso teniendo en cuenta la influencia no del todo bien recibida de la película -hoy en día, muchas películas mediocres sobre asesinos en serie o de «torture porn» han intentado reproducir su estética malsana y su violencia estilizada, sin siquiera esforzarse por elaborar una narrativa interesante-, su poder nihilista sigue siendo casi sin parangón.