Cuesta creerlo, pero tal día como hoy, hace 20 años (19 de octubre de 2001), se estrenaba en cines DESDE EL INFIERNO, dirigida por los hermanos Hughes y escrita por Terry Hayes y Rafael Yglesias, que acabó recaudando más de 74 millones de dólares a nivel mundial.

Protagonizada por Johnny Depp, Heather Graham, Ian Holm y Robbie Coltrane, la película se desarrolla en Whitechapel, el barrio más sórdido de Londres, donde las drogas, la enfermedad y la miseria campan a sus anchas. Cinco prostitutas se ven amenazadas por un monstruoso asesino. El único que se ocupa de protegerlas es el Inspector Fred Abberline que, con la ayuda de su amigo el sargento Godley, trata de desentrañar una espeluznante conspiración. A medida que una serie de salvajes asesinatos se van sucediendo, los dos policías ven obstaculizado su trabajo por unos superiores más interesados en ocultar los crímenes que en encontrar al verdadero asesino, un sádico loco destinado a pasar a la historia.

Muchos elogiaron las interpretaciones – sobre todo de Johnny Depp y Heather Graham – y el ambiente y los valores de producción de la película y, con motivo de cumplirse los 20 años desde su estreno, lo que sigue es una selección de curiosidades que con toda probabilidad te convencerán de volver a ver la cinta, o de verla por primera vez…..

– La película está basada en una novela gráfica de Alan Moore y Eddie Campbell, y aunque algunas escenas están sacadas directamente del cómic, el enfoque no tiene nada que ver. El cómic no es de misterio, sino que sigue siempre la perspectiva del asesino, y sólo interviene el inspector Abberline en algunos capítulos de la segunda mitad. El vidente es un personaje muy distinto en el libro, y admite en las primeras páginas que sus visiones son en realidad imaginaciones.

– Se dio a conocer las primeras noticias de la película en 1998 pero se tardó tres años en desarrollarla para poder estrenarla en octubre de 2001.

– En un principio, los hermanos Hughes querían contar con Daniel Day-Lewis para el papel principal. Cuando no lo consiguieron, barajaron la posibilidad de Sean Connery, Jude Law y Brad Pitt, antes de decidirse por Johnny Depp. Dicho esto, Johnny Depp rechazó el papel en un primer momento, ya que justo había interpretado a un personaje parecido en Sleepy Hollow (1999).

– El personaje de Johnny Depp se basó en el inspector Frederick Abberline de Scotland Yard, encargado de la investigación en el East End. En la vida real, Abberline no era ni un heroinómano ni un supuesto clarividente. Murió en 1929 en Inglaterra, a los 86 años.

– La primera persona que firmó un contrato para trabajar en la película fue el compositor Trevor Jones, que se comprometió con el proyecto desde su inicio en 1998, y acabó componiendo y grabando la banda sonora de la película a principios de 2001.

– Se procuró reproducir con exactitud los lugares reales donde se produjeron los asesinatos del «Destripador». Se usaron dibujos y fotografías reales de 1888. También se prestó especial atención en reproducir al detalle las heridas infligidas a las víctimas.

– Algunas fotos reales de las víctimas del Destripador están colgadas en las paredes de los decorados de la comisaría. Albert Hughes y Allen Hughes las colocaron allí para inquietar al reparto, para que actuaran con mayor intensidad.

– Heather Graham empezó a salir con Heath Ledger durante el rodaje de esta película, que se rodó en unos sets de rodaje contiguos en Praga a los de Destino de caballero (2001), que Ledger estaba rodando al mismo tiempo.

– En esas mismas fechas, William Friedkin estaba intentando levantar un proyecto que se llamaba «El diario de Jack el Destripador» con Sir Anthony Hopkins.

– El último asesinato fue el único que no coincide con las heridas de la víctima real. Cambiaron esta escena porque los productores no querían que la película fuera clasificada como NC-17. La víctima de verdad fue hallada con ambos pechos cortados, todos los rasgos faciales acuchillados y desgarrados, y el vientre abierto. Sus intestinos estaban colgados en la habitación como una guirnalda de Navidad. Casi todos los libros sobre los asesinatos del Destripador contienen una fotografía muy difundida de la víctima, todavía en su postura de muerte.