Sandford Fleming

Al analizar la biografía de Sandford Fleming, hemos de destacar que nos legó uno de los inventos más cotidianos de hoy en día: los husos horarios. Aunque, en la actualidad, este logro pase bastante desapercibido, es gracias a este inventor escocés por lo que contamos con una norma que universaliza las horas en todo el mundo, un recurso que consiguió acabar con muchos problemas.

De Escocia a Canadá

Para responder a la pregunta sobre quién fue Sandford Fleming, hay que viajar hasta la Escocia de la primera parte del siglo XIX. En 1827, en la localidad de Kirkcaldy, nació la persona que posteriormente legaría al mundo una forma de leer el tiempo que hoy todos usamos.

Sin embargo, la vida en esta pequeña localidad del joven Sandford Fleming no daría para mucho. Ávido de oportunidades de trabajo y de aventuras, su hermano y él se lanzaron a la exploración de un territorio ignoto como era por entonces Canadá.

Con tan solo 17 años, el protagonista de esta biografía desembarcaría en Ontario, que por entonces era la colonia del Alto Canadá. Pero no se asentaría aquí definitivamente, ya que la vida que llevó en estas tierras conllevaba un continuo vagar por las diferentes partes por las que antes se componía este país norteamericano.

Desde el comienzo de su aventura canadiense, Fleming demostró tener una habilidad para idear todo tipo de objetos que estaba fuera de lo normal. De esta forma, comenzó a dar forma a un antecedente de los patines en línea y a otros inventos, aunque su principal actividad estaba relacionada con el ferrocarril.

En aquel momento, la red ferroviaria canadiense estaba en vías de crearse y se necesitaba a muchas personas capaces de cartografiar el terreno y crear mapas de distintas zonas. A esto fue a lo que se dedicó mayoritariamente desde 1855 como ingeniero jefe de la Northern Railway.

En este mismo año, se casó con Ann Jane Hall, con la que compartió el resto de su vida y con la que tuvo nada menos que 9 hijos. Poco a poco, Sandford Fleming alcanzó una reputación mayor como ingeniero de ferrocarriles. Incluso se hizo cargo de proyectos tan importantes como el tren intercontinental que uniría el Atlántico y el Pacífico.

Qué descubrió Sanford Fleming

Sin lugar a dudas, su gran aportación al mundo fue la de idear el horario universal y la división del globo en diferentes usos horarios estandarizados.

Fleming viajaba de manera frecuente al Reino Unido por diferentes motivos. Una vez, estando en Irlanda, perdió un tren debido a la confusión de horas que se producía por cruzar las fronteras de distintos países. Esto fue lo que le llevó a plantearse la necesidad de establecer una forma de medir el tiempo que fuera acorde a los intereses de la época.

Hay que tener en cuenta que, durante toda la historia de la humanidad, viajar entre lo que hoy conocemos como diferentes husos horarios era algo extraño y tan lento que apenas se percibían los cambios. La hora se medía en función de la posición del sol en el cielo, por lo que no hacía falta nada más en una época en la que los trayectos más veloces se hacían a caballo y los más largos implicaban meses para completar el recorrido.

El ferrocarril vino a cambiarlo todo de la noche a la mañana. Por primera vez, cruzar grandes extensiones de territorio, como la que separa las dos costas de Canadá, era posible en poco tiempo, lo que hacía evidente que las horas no eran las mismas conforme uno se desplazaba.

Esto fue lo que provocó la necesidad de manejar el tiempo de una forma que no se había hecho hasta entonces. Así, en el año 1876, Sandford Fleming propuso un horario universal de 24 horas situado en el centro del planeta y que no estaba ligado a meridiano alguno.

El tiempo universal

De la forma en la que hemos descrito antes nació el horario universal. Este no es otra cosa que un sistema según el cual la hora en todo el mundo se mide desde el 0 al 24 y no del 0 al 12 como sucedía anteriormente (se añadía el a. m. o el p. m. en función del lugar en el que se encontrase el sol).

Pero Sandford Fleming no se quedó ni mucho menos satisfecho con ello y propuso el empleo de los husos horarios partiendo de la base del tiempo universal. En este sentido, se tomaría el antimeridiano de Greenwich como referencia para marcar la hora del resto de países.

El sistema era sencillo, ya que añadía o restaba horas dependiendo de si los meridianos estaban al este o al oeste del que hemos citado antes. El tiempo universal fue aceptado a finales del siglo XIX, pero no sucedió lo mismo con los husos.

La hora de cada país era considerada por entonces como un tema propio de la soberanía nacional. De hecho, no fue hasta 1929 cuando la mayoría de los países aceptaron el sistema de forma mayoritaria. Eso sí, aún hay excepciones, y es que, por ejemplo, España tiene adelantados sus relojes una hora si se toma como referencia el sistema de Fleming.

Los últimos años de Sandford Fleming

Tras una larga vida de inventos y de trabajo para desarrollar el ferrocarril y para implementar el sistema de husos horarios en todo el mundo, Sandford Fleming se retiró a su casa de Halifax en Canadá.

Desde allí siguió trabajando de forma incansable en diversos proyectos, como el del cable telegráfico que uniría a todo el imperio británico, para así conseguir nuevos éxitos en su carrera.

El 22 de julio de 1915, a la edad de 88 años, la vida de Sandford Fleming llegó a su final. Hoy es considerado como uno de los grandes inventores de la historia y como toda una personalidad en la Canadá que fue el escenario de sus principales logros, y es que este ingeniero de origen escocés terminó teniendo unos vínculos muy estrechos con el país norteamericano.