Miguel Primo de Rivera

Miguel Primo de Rivera y Orbaneja, militar y dictador español, nació en Jerez de la Frontera el 8 de enero de 1870 y murió en París el 16 de marzo de 1930. Antes de imponer su régimen fue considerado un héroe en la última guerra carlista, gobernó Filipinas y ostentó el cargo de ministro de la Guerra en diversas ocasiones.

¿Quién fue Primo de Rivera?

Fue hijo de Miguel Primo de Rivera y Sobremonte e Inés Orbaneja y Pérez de Grandallana. Nació en una familia de tradición castrense, como demuestran su abuelo, su tío o su hermano. Por otro lado, pasó buena parte de su infancia entre grandes comodidades, al criarse en el seno de la aristocracia jerezana. Sin embargo la ruina terminó por alcanzarles, algo que les llevó a vivir en unas condiciones más humildes en Madrid.

Miguel Primo de Rivera ingresó en la academia militar con catorce años, y al graduarse le destinaron a Melilla. Su carrera estaría ligada a su paso por diferentes colonias. Durante su juventud estuvo en Marruecos, Cuba y Filipinas. En este último lugar tuvo que negociar personalmente y sin escolta con un grupo de insurgentes. No obstante, poco después abandonaría dichas islas con su tío; justo antes de 1898 y del estallido de la guerra contra Estados Unidos.

Se casó a la edad de 32 años con Casilda Sáenz de Heredia, la hija del último alcalde español de La Habana. La pareja tuvo seis hijos, de entre los que destaca José Antonio Primo de Rivera, el futuro fundador de Falange Española.

Su carrera militar fue muy rápida: ascendió a coronel en 1908, año de la muerte de su mujer, y fue destinado al norte de África, donde participaría en la guerra contra Marruecos. En 1911 alcanzó el rango de general de brigada, y en 1914 el de general de división. Otro ascenso llegaría en 1919: el de teniente general.

A lo largo de esos años sería nombrado gobernador militar de Cádiz y capitán general de Madrid, Valencia y Cataluña. También fue senador en el año 1921. Sus posiciones políticas, consolidadas a lo largo de su carrera, le llevaron a defender el abandono de las colonias africanas. Opinaba que era un error para España destinar soldados a aquellas costas.

El golpe de Estado

A lo largo de su vida consolidó su fama de hombre de orden, aunque con unos métodos estrictos y en ocasiones expeditivos. Su estancia como capitán general en Valencia le llevó a enfrentarse al anarcosindicalismo, que llegó a aterrarle y a hacerle pensar que toda la clase obrera era de corte radical. Esta visión se reforzó aún más durante su mandato en Barcelona.

En los primeros años de la década de los 20, los atentados anarquistas y el pistolerismo iban en aumento. Ante aquella situación, Primo de Rivera buscó mantener la ley y el orden oponiéndose a la política del Gobierno de Manuel García Prieto. Además, en 1921 el Desastre de Annual caló hondo entre la opinión pública y el ejército, reforzando las posiciones del ya senador en este ámbito.

La situación no dejó de degradarse en Cataluña, y ante el panorama que veía en todo el país, Primo de Rivera empezó a tramar un plan para hacerse con el poder. En junio de 1923 fue llamado a Madrid por García Prieto, quien le exigió que depusiese su actitud y siguiese las políticas de apaciguamiento del Gobierno. Pero este se negó, y reclamó poder declarar el estado de guerra para frenar una huelga de transportes que se estaba desarrollando y que él veía como un intento de revolución.

El golpe de Rivera, finalmente, se produjo entre el 12 y el 13 de septiembre de 1923. Declaró el estado de guerra y movilizó a los militares por toda Cataluña y Aragón. El Gobierno de Prieto se mostró dividido, y no logró desarrollar una respuesta contundente. Él mismo trataría de deponer a los sublevados a través de una convocación de las Cortes, pero el rey Alfonso XIII no lo consintió. Ante esta derrota, el presidente dimitió, y el día 14 Primo de Rivera recibiría plenos poderes por parte del monarca.

¿Qué hizo Primo de Rivera durante su gobierno?

En primer lugar, formó un directorio militar que suspendió las garantías constitucionales, sustituyó los gobernadores civiles de las provincias por militares y declaró el estado de guerra. También retiró a los concejales de los ayuntamientos y los sustituyó por juntas de vocales. Además extendió el somatén, la milicia tradicional catalana, por todo el país. También creó un partido llamado Unión Patriótica, que sería el oficial del régimen.

El directorio militar fue sustituido en 1925 por un gobierno constituido por militares y figuras civiles, y presidido por Primo de Rivera. Fue la última etapa de este periodo dictatorial, que finalizaría en 1930.

Durante su mandato se desarrolló una sociedad corporativista, en la que se limitaban los cambios y con ciertos guiños al modelo del fascismo italiano, que había llegado al poder en Roma en 1922. Pese a esto, el directorio calmó la situación de Marruecos y restauró el orden público en Cataluña.

El final de su régimen llegaría en 1930, tras haber parado un intento de golpe de Estado en 1926. La figura de Primo de Rivera fue perdiendo apoyos entre la población y el propio Alfonso XIII. Tanto es así que, en los primeros días de 1930, se tejió una conspiración golpista que finalmente no llegó a desarrollarse. Por otra parte, su salud también se resentía con el paso de los años.

El 28 de enero Primo de Rivera dimite por razones de salud y sale de España, en dirección a París, para evitar posibles problemas con el gobierno entrante. Seis semanas más tarde muere al agravarse la diabetes que padecía, unida a una gripe. Fue despedido en el cementerio de San Isidro, en Madrid, aunque sus restos fueron enterrados en la Basílica de la Merced en Jerez de la Frontera, la localidad que le había visto nacer 60 años antes.

Así se ponía fin a la dictadura de Primo de Rivera, dando paso al gobierno del general Dámaso Berenguer. Se trató de la conocida como «dictablanda», que terminaría un año después con la proclamación de la Segunda República.