Manuel Azaña

Manuel Azaña fue un político español y escritor enmarcado como autor dentro de la generación del 14. Presidente del Gobierno de 1931 a 1933 y Presidente de la Segunda República de 1936 a 1939.

VIDA TEMPRANA

Manuel Azaña Díaz, nace el 10 de enero de 1880 en Alcalá de Henares, Madrid, en el seno de una familia de clase media y liberal. Fue el segundo de cuatro hermanos. Su padre, Esteban Azaña Catarinéu, fue un empresario con sólida posición económica, que se involucró en la política local, llegando a ser alcalde de Alcalá de Henares. Su madre, María Josefina Díaz-Gallo Muguruza, pertenecía a una familia de comerciantes. Manuel recibió una educación religiosa y cursó estudios en el Colegio Complutense hasta el bachillerato, etapa que prosiguió en el Instituto Cardenal Cisneros de Madrid. Con 9 años se enfrenta a la pérdida de su madre, que fallece en julio de 1989. Tan solo meses después, en enero de 1890, fallece su padre, por lo que Manuel y sus hermanos quedan al cuidado de su abuela paterna.

Manuel se zambulle entonces en la lectura voraz de la biblioteca de su abuelo. Realiza sus estudios superiores de Derecho interno en Real Colegio Universitario María Cristina de El Escorial. Tras los tres primeros cursos, sus creencias religiosas entran en crisis y abandona el colegio para continuar sus estudios desde casa. Para obtener el título de licenciado, los alumnos debían examinarse en la Universidad de Zaragoza. Tras pasar el examen con altas calificaciones, se licencia en julio de 1898 y tras establecerse en Madrid se doctora en la Universidad Central a los 20 años.

 

POLÍTICO Y ESCRITOR

Manuel oposita y tras conseguir la plaza entra como funcionario en la Dirección General de los Registros y del Notariado en 1910. Gracias a una beca, estudia en París de 1911 a 1912, vivencias que recogerá en su primera obra, Estudios de política francesa contemporánea, la política militar (1919).

Involucrado en la vida política y social de la época, colabora en el Ateneo de Madrid, institución en la que ostentará el puesto de secretario entre los años 1913 y 1920, para asumir la presidencia años después.

Su pensamiento político le lleva a militar desde 1913 en el Partido Reformista de Melquíades Álvarez hasta 1923. Durante un tiempo, abandona la política para dedicarse al periodismo, trabajando durante un tiempo como corresponsal en París y después dirigiendo las revistas literarias La Pluma y España entre 1920 y 1924.

No obstante, en 1925, bajo la dictadura de Miguel Primo de Rivera es cuando aflora su vocación republicana y funda Acción Republicana. En año 1926 obtiene el Premio Nacional de Literatura por su biografía Vida de Don Juan Valera. En 1927 publica la novela autobiográfica El jardín de los frailes, inspirada en los años que pasó interno en los agustinos de San Lorenzo de El Escorial.

El 27 de febrero de 1929, se casa en la iglesia de los Jerónimos de Madrid con Dolores Rivas Cherif, hermana menor de su íntimo amigo Cipriano Rivas Cherif. Ella tiene 25 años de edad y él 49. Tras la boda, los novios emprenden viaje a París y Países Bajos.

 

LIDERAZGO

Tras la dimisión del general Primo de Rivera en enero de 1930, el ya presidente del Ateneo de Madrid, firma en agosto de ese año el Pacto de San Sebastián, promovido por la Alianza Republicana, para poner fin a la monarquía de Alfonso XIII y proclamar la República Española.

 

 

Azaña, miembro del comité revolucionario que contribuye a la instauración de la República el 14 de abril de 1931, ocupa en un primer momento la cartera de Guerra del gobierno provisional, para ostentar la Presidencia de forma provisional después.

 

PRESIDENTE DE GOBIERNO

Tras las elecciones a Cortes Constituyentes de junio de 1931, Manuel Azaña se confirma como Jefe del Ejecutivo, en un gobierno formado por socialistas y republicanos de izquierdas, puesto que ostentará hasta su dimisión, en septiembre de 1933.

Durante su presidencia, impulsó reformas económicas, estructurales, militares, educativas y sociales de calado,  entre las que destacan la reforma agraria y la creación de un estatuto de autonomía para Cataluña. Enfrentado con las fuerzas conservadoras, abordó la reforma militar y empujó la laicización del Estado, pero las dificultades económicas a nivel mundial y la masacre de Casas Viejas, Cádiz, en enero de 1933, abrieron una enorme crisis política, perdiendo apoyo político y social, que provocaron su dimisión, perdiendo las elecciones que dieron el gobierno a la derecha.

 

OPOSICIÓN Y NUEVA PRESIDENCIA

En la oposición, en abril de 1934 logra unir a los partidos republicanos bajo la formación Izquierda Republicana, de la que se erige como presidente. Es acusado de estar detrás de los sucesos revolucionarios acontecidos en Asturias y Cataluña en octubre de aquel año, pero al no poder condenarle por ningún delito, regresa a su actividad política refundando su partido e integrándolo en el Frente Popular en las elecciones de febrero de 1936.

El triunfo de la coalición lo devuelve a la jefatura del gobierno y en mayo a la Presidencia de la República. Si bien retomó su programa reformista, apenas tuvo tiempo de llevarlas a cabo debido al Golpe de Estado que a partir de julio originó la guerra civil española.

Azaña ostenta la presidencia como jefe del bando republicano durante la guerra civil española, si bien su papel se ve menoscabado a medida que la contienda avanza y se enquistan conflictos internos con las organizaciones obreras. Aunque intentó una intervención franco-británica y abogó por una reconciliación nacional bajo el lema Paz, piedad y perdón, pero tras la caída de Cataluña frente al ejército de Franco, en febrero de 1939 renuncia a la Presidencia y se dirige con su familia y colaboradores, entre los que se encontraba Juan Negrín, al exilio en Francia.

 

EXILIO Y MUERTE

Tras su abandono de la política, se centró en su parcela intelectual, publicando una revisión de los diarios de 1937 bajo el título Memorias políticas y de guerra y su obra  La velada en Benicarló, ésta última en Buenos Aires en agosto de 1939. En el exilio, el matrimonio Azaña residió en varios lugares (Collonges-sous-Salève, París, Ginebra, Pyla-sur-Mer, cerca de Burdeos). En enero de 1940, se ve aquejado por una gripe mal curada, que durante meses se complicó con serios problemas cardíacos.

El 25 de junio fue trasladado a Montauban, la zona libre francesa, huyendo de la ocupación de los alemanes. Cuando la Gestapo detuvo y deportó a todos sus familiares y amigos que decidieron quedarse en Pyla-sur-Mer, Azaña sufrió un amago de ataque cerebral. El 16 de septiembre un grave infarto cerebral le afectó el habla. Cuando parecía recuperado, hacia finales de octubre sufrió una fuerte recaída, falleciendo el 3 de noviembre de 1940.

Dos días después recibió sepultura sin honores en el cementerio urbano de Montauban.