Charlotte Corday

¿Heroína o villana? La biografía de Charlotte Corday, según la interpretación que hagamos de ella, puede dar lugar a ambos calificativos. En cualquier caso, aquí queremos contar su historia para que cada cual extraiga sus conclusiones.

La biografía de Charlotte Corday: su infancia y juventud

Marie Anne Charlotte Corday d’Armont es el nombre completo de la mujer que asesinó al científico, político y periodista francés Jean-Paul Marat.

Charlotte Corday nació en Saint Saturnin des Ligneries, Normandía, el 27 de julio del año 1768. Era hija de François de Corday d’Armont, poseedor de una pequeña fortuna, y de Jacqueline Charlotte Marie de Gontier de Autiers. Era una de las tataranietas del famoso poeta y dramaturgo francés Pierre Corneille.

Su madre murió al cumplir Charlotte los 13 años. Su padre era incapaz de cuidar de sus cinco hijos, así que buscó un destino para cada uno. Ella acabó, junto a sus dos hermanas, recluida en el monasterio de Caen. De allí, salió 9 años más tarde, gracias al decreto del 13 de diciembre de 1790, que suprimió este tipo de centros religiosos de toda Francia.

Personalidad y educación de Charlotte Corday

Se dice que Charlotte fue una persona tranquila y con una fuerte curiosidad intelectual. De hecho, desde bien joven, sintió admiración por Montesquieu, Rousseau y otros muchos filósofos ilustrados. Sin embargo, esas ideas no la privan de sus convicciones religiosas y la marcan como una mujer piadosa y solitaria.

La joven no tardó en sentir atracción por las ideas de los moderados girondinos durante la Revolución Francesa. Esto, automáticamente, la situó contra los jacobinos radicales, entre los cuales Jean-Paul Marat era uno de los máximos exponentes.

Durante la época en la que residió en casa de su tía, Madame de Bretteville, empezó a acudir a las reuniones de los girondinos fugitivos en Calvados. Esto le permitió codearse con algunos de sus principales exponentes, como era el caso de Buzot, Valady, Larivière o Pétion.

Aunque no es posible asegurarlo, muchos estudiosos creen que, en uno de esos encuentros, un diputado se dirigió a ella y le pidió que le cortara la cabeza a Marat y salvara el país. Probablemente, si se pronunciaron esas palabras, se hizo en sentido metafórico y hacia la multitud. Sin embargo, la joven se lo tomó al pie de la letra y decidió convertirse en mártir.

El asesinato de Jean-Paul Marat

Ya tenemos claro qué hizo Charlotte Corday para acabar guillotinada. Sin embargo, cuesta entender cómo una mujer, que no era un personaje relevante en la sociedad francesa de la época, consiguió llegar al cuarto de baño de una de las grandes mentes jacobinas del momento. Sin duda, era, junto a Robespierre, una de las autoridades políticas y morales más importantes de Francia entonces.

Un primer intento frustrado

La idea inicial de Charlotte Corday era la de asesinar a Marat en la Convención. Así, su crimen cobraría una mayor dimensión entre la opinión pública. Con esa intención, partió de Caen el 9 de julio de 1793 en dirección a París. Llegó a la capital dos días después y se hospedó en el Hôtel de la Providence.

Tras instalarse en ese alojamiento, la mujer se dirigió al domicilio del diputado Lauze de Perret. Allí, se enteró de que Marat estaba enfermo y de que, por ello, había dejado de acudir a la Convención. La única manera de llegar hasta él era entrar en su domicilio.

Entre la impaciencia y la desesperación

Llegada a este punto, a Charlotte no le quedó más remedio que improvisar. Así que redactó una breve carta dirigida a Marat en la que le contaba que tenía información acerca de una serie de fugitivos alojados en Caen. La dejó en su buzón, pero no obtuvo respuesta.

La mujer, con los nervios a flor de piel, no pudo esperar demasiado. Así que, por la tarde, redactó otra misiva para Marat. Sin embargo, ni siquiera le dio tiempo para que la leyera. A las siete de la tarde se personó en su vivienda, que se ubicaba en calle de los Cordeliers, número 18.

Charlotte Corday consigue su objetivo

Charlotte trató de entrar al domicilio de Marat por la fuerza. Primero, tuvo que forcejear con la portera. Después, con el ama de llaves. Gracias a eso, él escuchó algunas de sus frases y dedujo que se trataba de la mujer que le había escrito las dos cartas ese mismo día.

De este modo, el dirigente, que se encontraba tomando un baño, ordenó a la portera y al ama de llaves que dejaran pasar a Charlotte. Así lo hicieron. Ella comenzó a contarle que había diputados huidos en Caen y le dio sus nombres. Cuando concluyó, Marat le pidió que se tranquilizara porque en ocho días serían guillotinados. Ese comentario fue el que le dio el valor para cometer el asesinato.

La joven sacó un puñal que tenía escondido bajo un pañuelo y se lo clavó a Marat con gran fuerza en el pecho. El político murió en cuestión de segundos. Se armó un gran revuelo hasta que llegaron las autoridades y detuvieron a Charlotte, que no trató de escapar. Solo dijo que había matado a un hombre, pero que había salvado a cien mil. Quiso tanto que su nombre y su causa fueran conocidas que, incluso, llevó consigo su partida de bautismo.

El ajusticiamiento de Charlotte Corday

Pero, ¿quién mató a Charlotte Corday? Sobra decir que la mujer fue condenada automáticamente a la guillotina. Su muerte se produjo en la Conciergerie a manos del verdugo Sanson el 17 de julio de 1793. Aún no había cumplido los 25 años.

La crónica del suceso firmada por Alphonse de Lamartine indica que la mujer mantuvo la compostura en todo momento. También afirma que el ayudante del verdugo, para mayor escarnio, dio dos bofetadas a la cabeza decapitada de Charlotte. Tras ello, sus mejillas se sonrojaron.

En definitiva, la biografía de Charlotte Corday es absolutamente apasionante. Una completa desconocida, en su momento, que logró acabar con la vida de uno de los políticos más influyentes de su época de una forma totalmente sorprendente.