El 21 de marzo de 1960 el régimen del apartheid sudafricano escribió uno de sus episodios más negros. Desde su triunfo electoral en 1948, el Partido Nacionalista estableció un régimen de segregación racial discriminatorio hacia la mayoría negra. Para lograr que la segregación fuese también efectiva físicamente se estableció la obligación del uso de pases que permitían controlar cualquier desplazamiento de la población negra. El Congreso Nacional Africano y el Congreso Panafricano (partidos contrarios al apartheid) instaron a la población negra a dejar sus pases en casa el día 21 de marzo y presentarse en las comisarías para ser detenidos como forma de protesta. En la localidad de Sharpeville, cerca de la ciudad de Vereeniging, se organizó una gran manifestación contra los pases ante la que la policía optó por abrir fuego. Murieron 69 personas y cerca de 200 resultaron heridas.
