El 30 de junio de 1997 fue el último día en que Hong Kong perteneció al Reino Unido. A lo largo del siglo XIX Gran Bretaña se convirtió en una gran potencia colonial con una importante presencia comercial en China. Tras derrotar a ésta en las llamadas guerras del opio ambas potencias acordaron mediante el Tratado de Nankín (1842) la cesión de la isla de Hong Kong a los británicos a perpetuidad. Así, ya en el siglo XX Hong Kong se convirtió en un enclave capitalista dentro de la China comunista de Mao y sus sucesores. En 1984 la primera ministra británica Margaret Thatcher llegó a un nuevo acuerdo con el líder de la República Popular China, Deng Xiaoping, por el que éste se comprometía a mantener un régimen democrático y capitalista en Hong Kong a cambio de su devolución a la soberanía china. A las doce de la noche del 30 de junio de 1997 tuvo lugar la ceremonia de cesión a la asistió el presidente chino Jiang Zemin y el príncipe Carlos de Inglaterra en representación de la reina Isabel.
