El Vaticano se convierte en estado soberano

El 7 de junio de 1929 La Ciudad del Vaticano se convierte en estado soberano.

Situado dentro de la ciudad de Roma (Italia), es uno de los seis microestados europeos junto a Andorra, Liechtenstein, Malta, Mónaco y San Marino.

Es el estado más pequeño del mundo con una población censada de 800 habitantes, la gran mayoría religiosos por encontrarse allí la sede de la Iglesia católica. De hecho la máxima autoridad de este estado es el papa, aunque este delega sus funciones de gobierno en la figura del secretario de Estado. Esta forma de gobierno se considera una teocracia en forma de monarquía absoluta, al tener el papa los poderes absolutos ejecutivo, legislativo y judicial.

Se formó en el año 756 con el papa Esteban II, siendo desde entonces la residencia del máximo dirigente de la Iglesia católica. El papa había gobernado los Estados Pontificios hasta 1870 pero fueron reabsorbidos por el Reino de Italia en la Reunificación Italiana por lo que tanto el papa como la Senta Sede pasaban a ser sometidos a la soberanía italiana. En los casi 50 años que duró esta situación se creó la denominada «Cuestión romana», un ambiente de hostilidad entre ambos estados. 

En 1929 se firmaron los Pactos de Letrán entre el recién creado estado y el Reino de Italia. Aunque entraron en vigor en febrero de ese mismo año, se considera la transición 100% completada el 7 de junio de 1929. Los puntos de este acuerdo fueron negociados por Benito Mussolini, el primer ministro italiano en aquel entonces y hablando también en nombre del rey Victor Manuel III y el cardenal Pietro Gasparri.

Se aprobaron tres puntos importantes:

  • Reconocimiento de la independencia y soberanía de la Santa Sede creando el estado de la Ciudad del Vaticano
  • Concordato que define las relaciones civiles y religiosas entre gobierno e Iglesia
  • Compensación financiera por las pérdidas que obtuvo este estado desde que fuera absorbido por el Reino de Italia.