Los arañazos de la vitrocerámica afean muchísimo la imagen de tu cocina. Aunque resulta incierto, generan la sensación de descuido, obsolescencia y falta de calidad. Pero ¿sabes que no necesitas ser Galileo Galilei ni Leonardo da Vinci para quitarlos? Descubre cómo hacerlo.
Trucos para quitar los arañazos de la vitrocerámica
El recurso más sencillo e inmediato para arreglar tu vitrocerámica es emplear pasta de dientes. El procedimiento a seguir es muy fácil. De entrada, límpiala con el producto habitual y elimina con una rasqueta la suciedad incrustada.
Tras identificar dónde están esos rayones, pon un poco de dentífrico en una bayeta y frota encima haciendo movimientos circulares. Cuando esté perfectamente extendido por la superficie rayada, utiliza otro paño húmedo para quitar la pasta de dientes sobrante. Retira cualquier residuo externo existente ¡y ya está hecho! ¿No te parece una magnífica idea?
Adicionalmente, puedes utilizar otros productos para conseguir efectos similares. Alguno, como el amoniaco, nos exige mucho cuidado al aplicarlo. Otras personas prefieren utilizar un limpiador de metales, aunque debes hacer una prueba previa en una zona pequeña, ya que puede dañar algunas placas. Por último, el bicarbonato de sodio también figura entre estos buenos consejos de cocina para los electrodomésticos.
Por lo tanto, si tienes arañazos en tu vitrocerámica, es porque quieres. Solo necesitas uno de estos productos y un poquito de tu tiempo para hacerlos desaparecer.
