Se ha escrito un crimen es una de las series más destacadas del siglo pasado y su éxito tiene nombre propio: la inolvidable Angela Lansbury. La actriz de la serie, que puedes disfrutar cada mañana en Decasa y bajo demanda en tu operador, fue el elemento principal en el estrellato televisivo del que disfrutó la Sra. Fletcher.
Para conmemorar a esta gran intérprete y su papel más icónico, repasamos la historia de la serie y los momentos que convirtieron a Lansbury en la leyenda que es.
Angela por partida doble
Además de interpretar a Jessica Fletcher durante nada más y nada menos que doce temporadas, Angela Lansbury se metió en el papel de la prima de la Sra. Fletcher, Emma MacGill, una intérprete londinense que aparecía en dos episodios ambientados en la capital británica: Sing a Song of Murder (emitido originalmente en el 85) y It Runs in the Family (emitido en el 87). Por supuesto, era imposible no reconocer en pantalla el sorprendente parecido entre las dos primas primas.
Doce temporadas, cero Emmy
El éxito de Se ha escrito un crimen comenzó prácticamente con su estreno en la televisión estadounidense. El carisma de Angela Lansbury como la Sra. Fletcher era palpable en cada episodio y, junto con el resto del reparto, consiguieron que la serie continuase durante doce temporadas. Lansbury consiguió la nominación a Mejor Actriz Principal en Drama con cada una de esas temporadas, pero nunca consiguió llevarse a casa la estatuilla que reconocía su papel.
Un reconocimiento con el que sí se alzó fue el cariño de una audiencia fiel, que convirtió a la serie en la producción de ficción con la emisión más larga después de la conocida Cheers, status que mantuvo hasta el estreno de su episodio final el 19 de mayo de 1996.
Sitcom o Murder mistery
Antes de que Angela Lansbury se metiera en la piel de la detective aficionada, a la actriz le ofrecieron la oportunidad de protagonizar una sitcom. Su manager le aconsejó que se decantase por el drama (Se ha escrito un crimen) en lugar de la comedia, una decisión acertada dada su éxito y duración, como ya hemos visto. Además, Lansbury ya contaba con experiencia en este género y es que la actriz se había sumergido ya en el «murder mistery» con su participación en Muerte en el Nilo (1978) y El espejo roto (1980), dos obras que adaptan las historias de Agatha Christie.
Un año después del estreno de la serie de la Sra. Fletcher llegó a la pequeña pantalla la sitcom que le habían ofrecido. Estaba en una cadena rival a la que producía la historia de misterio y se trataba ni más ni menos que de Las chicas de oro. Por desgracia, la rivalidad entre las productoras de cada serie impidió que Lansbury hiciese ningún cameo.
No se puede escribir un crimen sin la Señora Fletcher
La fama de Se ha escrito un crimen provocó que el rodaje de la serie fuese de alta intensidad. En un inicio, cada episodio se tardaba en rodar siete días y Angela Lansbury cada vez tenía menos capacidad para aguantar el ritmo. Cuatro años después de su estreno en televisión, la protagonista pidió que cada episodio tuviese un día más de rodaje, ayudando a reducir las jornadas y facilitar la grabación a todo el equipo. Sin embargo, no fue hasta que Lansbury consiguió un certificado médico que su petición fue aceptada.
Las exigencias de la grabación y el estado de Lansbury indicaban que al final de la quinta temporada, cuando terminaba el contrato de la actriz, la serie se iría con ella. Sin embargo, una impredecible renovación provocó un cambio en el formato. La Señora Fletcher continuaría en la serie, pero solo aparecería al principio y al final, dando más protagonismo a otros personajes. Por desgracia, esta nueva forma de narrar cada caso no acabó de convencer a sus fans y, tras dos temporadas con una bajada de audiencia relevante, la serie se vio forzada a volver a poner a Lansbury en el centro de la historia.
Tras este último viraje en el estilo de la serie, Angela Lansbury estaría mucho más involucrada en el proceso creativo y, por fin, Se ha escrito un crimen se convertiría en la serie que tantos espectadores siguen disfrutando hoy en día.
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