Robin Williams Forever

Robin Williams era uno de esos actores, una de esas personas, que, con su sonrisa, iluminaba nuestras vidas. Suena cursi, sí, pero era así. Un tipo simpático, un humano entre tanta estrella que dibujó un cine comercial que parece ya extinto. Lo podríamos definir como el Eddy Murphy de los 90 pero Williams era más que eso.

En la parte final de su carrera luchó superar el paradigma de figura inspiradora o el sambenito de actor cómico, buscando una oscuridad inédita, algo que nos dejó unas interpretaciones memorables. Robin Williams es uno de los grandes actores de nuestro tiempo y, por ello, por todo lo que irradiaba, lo echamos mucho de menos. Con él, el mundo era un lugar mejor. Por suerte, tenemos su legado en forma de películas. Un legado impresionante.

Estas son nuestras interpretaciones favoritas. Elijan las suyas y disfrútenlo una vez más.

El club de los poetas muertos, 1989

Se nos caen las lágrimas de la emoción. Es el papel más bonito de su carrera, que inspiró a varias generaciones de docentes. El gran Peter Weir lo reunió con actores jóvenes que destacaban a finales de los 80: Robert Sean Leonard, Ethan Hawke, Josh Charles, Dylan Kussman o Lara Flynn Boyle. Gracias al Sr. Keating tanto los alumnos como los espectadores descubrimos la profundidad y submundos que habitan en un texto. Fue nominada a mejor película en los Oscar y es, por derecho propio, un clásico de todos los tiempos.

Despertares, 1990

Williams ya estaba subido en la ola de popularidad en la que se mantuvo durante quince años. En este filme de Penny Marshall, también nominado al Oscar principal, da vida a un doctor que decide probar un nuevo medicamento que palía los efectos de la encefalitis letárgica. Lo hará en un paciente con el compartirá una bonita relación: Leonard Lowe, encarnado por otro actor de moda en aquel momento: Robert De Niro.

Insomnio, 2002

Superada la última década del siglo XX, Williams buscó demostrar que sus muecas y su vis cómica no lo encasillaban como actor. Es por ello que nos ofreció varios papeles de antagonista. Uno de los más memorables aparece en este remake de la cinta islandesa Insomnia que firmó Christopher Nolan, previo a su salto a Warner con el reinicio de la saga Batman. Un thriller atmosférico donde Williams daba réplica a otro gran actor: Al Pacino. Una de las mejores películas de su director –junto a El truco final.

Retratos de una obsesión, 2002

Y si en el filme de Nolan ocupaba un papel secundario en esta propuesta del infravalorado Mark Romanek caracteriza el rol más complejo de su carrera: el de un revelador fotográfico que se obsesiona con la vida de una familia idílica a sus ojos y conformada por los atractivos Connie Nielsen y el televisivo Michael Vartan. Un thriller psicológico notable que funcionó muy bien en la taquilla española.

El antepenúltimo mohicano

Twitter: @eamcinema | Park City, Utah.

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