Ha concluido la última edición de uno de los grandes festivales que se celebran en nuestro país. Un certamen, además, que se erige como rara avis dentro del circuito. Más con los cambios del último lustro. El principal: su competición, dividida en tres subapartados: Albar –autores consolidados—, Retueyos –promesas— y Tierres en trance –voces hispanoamericanas. Una decisión que difumina el calado competitivo del certamen asturiano pero que, sin embargo, le otorga otro aire a sus secciones a concurso. Porque, ¿para qué sirve un festival sino para descubrirnos películas? Y en el FICX, por suerte, ese acto mágico se produce.
Sus programas no solo son un hervidero de grandes nombres, también revela trabajos de eventos menores que había pasado desapercibidos para los festival goers. Es evidente que Locarno es el modelo en el que se fija una organización del FICX que, a su vez, intenta desmarcarse de los homólogos con los que comparte temporada (Seminci, Sevilla e incluso Zinebi). Su 60ª edición ha exhibido un nivel excelente, dejándonos varias obras para el recuerdo.
Son estas:
Crónica de un amor efímero, de Emmanuelle Mouret
Dos años después de la presentación en la ciudad asturiana de la magnífica Las cosas que decimos, las cosas que hacemos (2020), la última película de Emmanulle Mouret tuvo su premiere española en el FICX. De nuevo una comedia romántica, en esta ocasión, protagonizada por Sandrine Kiberlain y Vincent Macaigne. El film narra una historia de amor que parece imposible: la de una madre soltera con un hombre casado. Algo que parece efímero pero que se volverá parte fundamental en sus vidas gracias a su conexión y comprensión. Deliciosa, como todo el cine de Mouret.
La mujer de Tchaïkovski, de Kirill Serebrennikov
Aparente película menor del realizador ruso que nos acerca la disyuntiva de la esposa del gran compositor ruso, un hombre que vivía su homosexualidad en secreto, algo que condicionaba un complejo carácter. Alyona Mikhailova está impresionante en este filme que cuenta con la excelente fotografía de Vladislav Opelyants, operador habitual del creador de Leto.
Funny pages, de Owen Kline
Su paso por la Quincena de Realizadores ya nos puso en alerta. Estamos ante una de las grandes películas independientes del año. La ha dirigido Owen Kline, y narra la emancipación forzada de un jovencísimo dibujante de cómic que abandona los estudios y se va a vivir con otro estudiante a una sala de calderas para comprobar cómo es la vida. El joven Daniel Zolghadri es la gran revelación de un filme nominado a los Gotham a mejor dirección novel.
Monica, de Andrea Pallaoro
Finalizamos con otra bonita sorpresa. Nos la concede el joven realizador trentino Andrea Pallaoro, que debuta en Estados Unidos con este largo interpretado por Trace Lysette, Patricia Clarkson, Emily Browning y Adriana Barraza, que nos traslada a otra encrucijada: la de una mujer al borde del colapso que debe cuidar a su madre enferma a la vez que es testigo de la desintegración de la relación con su pareja. Monica pasó por la sección oficial de la Mostra, donde también obtuvo buenas críticas.
Twitter: @eamcinema | Park City, Utah.
