LOS ESENCIALES DE OLGA KURYLENKO

El rostro de Olga Kurylenko es difícil de olvidar. Lo es por bello, por magnético, por misterioso. Tres claves que la han situado como una de las grandes apariciones en el cine europeo de lo que llevamos de siglo. Esta actriz franco-ucraniana de 43 años (Berdyasnk, 1979) surgió casi por sorpresa conquistando a la platea y desde entonces la hemos visto tanto en el cine del viejo continente como en el norteamericano.

Cierto es que la mayoría de papeles o son secundarios narrativamente o tienen poco calado pero pocas actrices pueden asegurar el haber trabajado con directores como Terrence Malick, Giuseppe Tornatore, Cate Shortland, Régis Roinsard, Armando Iannucci, Fernando León de Aranoa, Russell Crowe, Roger Donaldson, Joseph Kosinski, Martin McDonagh o Roland Joffé. Aun con ello, ha mantenido siempre un perfil bajo, algo que la ha separado de la primera línea mediática, esa donde se entregan premios. Tan solo una nominación al Saturn por su intervención en la saga Bond (Quantum of Solace) decora su palmarés. Estamos seguros de que es cuestión de tiempo que ese momento, el de subir al proscenio recurrentemente, llegará. Por ahora, nos quedamos con sus mejores interpretaciones:

The ring finger, 2005

Fue su trabajo debut, con el que obtuvo excelentes críticas. Diane Bertrand dirigió esta adaptación de la novela homónima de Yoko Ogawa que narra la compleja relación entre un extravagante científico y una joven sin hogar. Kurylenko tenía por entonces 24 años y tras su aparición en el filme se le consideró como una de las grandes promesas del cine galo. Algo que también ocurrió con su directora, pero solo firmó un largo más en una corta carrera.

To the wonder, 2012

Con el corto Quartier de la Madeleine, realizado por Vincenzo Natali y coprotagonizado por Elijah Wood, dio un temprano salto fuera de Francia –concretamente a Canadá. Pronto Estados Unidos la acogió en su seno, esencialmente con superproducciones que no funcionaron bien en taquilla: Hitman (2007) y Max Payne (2008). También se convertiría en chica Bond en Quantum of Solace (2008), para después elevarse como musa de Terrence Malick en su siguiente filme tras la Palma de Oro por El árbol de la vida (2012). En To the Wonder, que coprotagonizaba junto a Ben Affleck y Rachel McAdams, nos brinda la mejor interpretación de su carrera, explotando todo lo indicado el inicio. Un misterio insondable.

La correspondencia, 2016

Ya siendo una estrella, Kurylenko siguió trabajando entre Francia (El emperador de París, La bruma), Estados Unidos (El último testigo, Oblivion), Reino Unido (Siete psicópatas, El hombre que mató a Don Quijote) y otros países europeos (la española Un día perfecto). En este último caso, destaca su valiosa participación en la película de Giuseppe Tornatore La correspondencia, junto a Jeremy Irons. Una cinta minusvalorada pero que contiene todos los valores del cineasta transalpino: una buena y accesible narrativa al servicio de estupendos intérpretes. Un largo que describe la desdicha de una doble de acción que elige los trabajos más complicados solo para intentar superar la responsabilidad de la muerte de su pareja. La aparición de un veterano profesor de astrofísica le procurará cercanía, comprensión y una nueva perspectiva.

El antepenúltimo mohicano

Twitter: @eamcinema | Park City, Utah.

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