Las esenciales de Ingrid Bergman

Han existido pocas actrices tan magnéticas como Ingrid Bergman, ante todo partiendo de un perfil bajo, que huía de la etiqueta de megaestrella del Hollywood dorado. Tres Oscar, cinco Globos de Oro y un Tony –fue la primera ganadora histórica de los premios más importantes de la dramaturgia— encabezan el enorme palmarés de una actriz que fue mucho más que una habitual de los proscenios de las entregas de premios. Según el American Film Institute, es la cuarta intérprete femenina más relevante de todos los tiempos, tras Katharine Hepburn, Bette Davis y Audrey Hepburn.

Un mito, en puridad, que enamoró no solo a los espectadores, sino también a algunos de los directores con los que trabajó y con los que mantuvo una colaboración continua a lo largo de su filmografía. Bergman murió demasiado joven, con tan solo 67 años, pero dejó un legado impresionante. Su último filme le unió a un cineasta con el que compartía apellido, y también prestigio: Ingmar Bergman. Una vieja aspiración devenida precioso canto de cisne. Se lo merecía. Y si no, compruébenlo por sí mismos.

A continuación, les presentamos cuatro filmes clave para conocer a Ingrid Bergman.

Casablanca, 1942

Palabras mayores. Y hemos tenido la tentación de no incluir el superclásico de Michael Curtiz, por ser demasiado evidente. Pero, cómo resistirnos a Ilsa Lund, si no pudieron hacerlo los nazis, ni la resistencia francesa en Marruecos ni un tipo duro que pasaba por allí llamado Rick Blaine (Humphrey Bogart). Suyo es uno de los papeles icónicos de la historia de este arte. También el que le abrió las puertas del estrellato. Un personaje memorable. Una actriz memorable.

Luz que agoniza, 1944

Bergman acompaña a Charles Boyer y Joseph Cotten en esta maravillosa película de George Cukor, adaptación de la novela homónima de Patrick Hamilton que narra la estancia de una joven aspirante a cantante de ópera en un caserón donde ocurrió un terrible asesinato en el que perdió la vida su tía, una soprano de gran fama. Bergman hizo doblete al conseguir el Oscar y el Globo por este papel. El filme es impresionante, como el resto de la filmografía de Cukor.

Encadenados, 1946

Pasamos a nuestro director predilecto: Alfred Hitchcock. Con el cineasta británico colaboró en tres ocasiones. Dijo de ella que tenía un problema: era una actriz tan comprometida que «solo quería hacer obras maestras», en referencia a sus aspiraciones autorales y artísticas. En nuestra opinión, Encadenados es el mejor trabajo de ambos. Bergman da réplica a un carismático Cary Grant en este noir ambientado en la II Guerra Mundial.

Stromboli, 1950

Dicha vena autoral acaparó los últimos títulos de su carrera, estableciendo su radio de acción en territorio europeo. Entre sus mejores filmes se encuentra esta colaboración con Roberto Rossellini, que la convirtió en su actriz fetiche –y en su esposa, todo hay que decirlo. De nuevo, con la II Guerra Mundial como telón de fondo. La historia sigue a una prisionera que, para huir de un campo de concentración, se hará pasar por la esposa de un pescador de una remota zona volcánica.

El antepenúltimo mohicano

Twitter: @eamcinema | Park City, Utah.

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