El cine de Guillaume Gallienne

La irrupción de Guillaume Gallienne dentro del panorama cinematográfico galo provocó un gran impacto pese a que, por trayectoria, ya se preveía el talento de este joven director y actor. Destacó muy joven en el campo teatral, primero como actor y después como guionista y director. Las artes escénicas fueron la tabla de salvación para un chico que vivió una infancia fuera de norma. Hijo de un empresario de éxito parisino y de una aristócrata rusa, Gallienne fue criado por su madre como si fuera una niña; algo que le afectó en su etapa escolar y en su adolescencia, ya que siempre fue considerado como una persona extravagante. Justo cercano a la adultez declaró que era bisexual. Todas estas vivencias, las retrató en el teatro, algo que le procuró un enorme éxito; incluso dos premios Molière, los más importantes en la dramaturgia francesa.

Su fuerte personalidad le hizo ser un habitual de la televisión. Su decisión de pasarse a la silla de director de cine generó unas expectativas que se cumplieron en 2013 con su exitosa ópera prima. A partir de ahí, ha tenido que lidiar con ser un personaje mediático, y con todo lo que ello conlleva, y su vocación artística. Su segundo filme, ya con mayores pretensiones, pasó más desapercibido de lo esperado; poco importaba. Es una figura clave dentro de la comedia de ficción de su país; aparte de un protagonista habitual de programas de radio. En Francia es un comédien, que tiene la doble acepción de cómico y actor.

Es más que probable que pronto veamos otra obra con su firma. El cine francés vive un momento artístico-comercial fructífero. Un auge que lo ha convertido en la tercera industria fílmica mundial.

La nueva comedia francesa

En un país que ama su cine, géneros como la comedia son siempre bien recibidos; y no solo a nivel crítico y de prestigio. La comedia francesa consigue tales números en taquilla que su distribución en el resto del continente es excelente. En muchos países, España, Italia y Alemania, principalmente, este éxito tiene correspondencia en sus taquillas. Filmes como Intocable (2011), Los chicos del coro (2004), Un dios salvaje (2011), La familia Bélier (2014), El nombre (2012), Los seductores (2010), Las chicas de la 6ª planta (2010), Rubber (2010) o Pastel de pera con lavanda (2015), son algunos de los ejemplos recientes de este idilio. Hasta un largo de clara vocación autoral como ¡Al abordaje! (2020), de Guillaume Brac, fue un hito, algo que ayudó a su entrada en nuestros cines. El gran momento del género está representado en el debut de Gallienne, traslación de uno de sus espectáculos al gran formato.

Guillaume y los chicos, ¡a la mesa!

Como anticipábamos en el prólogo, la agitada vida familiar de Gallienne en su infancia es la protagonista de esta adaptación a la pantalla. Gallienne, fruto de su peculiar educación, tenía gestos amanerados, algo que no era muy bien recibido entre sus compañeros de colegio e institutos coetáneos; tampoco ayudaba en sus primeras relaciones sentimentales. Aunque todo ello es importante en este filme, la ficción enfoca principalmente a la relación entre madre e hijo. Siempre desde la retrospectiva, con un Gallienne adulto. Un trabajo que tiene su parte cómica pero también emocional, homenajeando a las familias disfuncionales –con sus matices, la gran mayoría.

Maryline

La gran acogida de Guillaume y los chicos, ¡a la mesa!, provocó que Gallienne dejara a un lado su autoterapia ficcional y se embarcara en una trayectoria más abierta como cineasta. Su siguiente filme fue este Maryline, un melodrama protagonizado por un buen elenco –Adeline D’Hermy, Vanessa Paradis, Alice Pol, Eric Ruf, Xavier Beauvois, Lars Eidinger— que desgraciadamente, y contra pronóstico, no funcionó demasiado en la taquilla y no superó las fronteras francesas. Una película que de nuevo pivota sobre la idea de familia. Y la de la protagonista, que da título a la cinta, es igual de compleja que la de Gallienne: vivió toda su infancia prácticamente escondida en el hogar familiar. Cuando la joven quiere trabajar como actriz en la capital se tendrá que enfrentar a sus problemas de comunicación.

El antepenúltimo mohicano

@eamcinema | Park City, Utah.

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