Charles Chaplin: Un día sin risa es un día perdido

Charles Spencer Chaplin, mejor conocido como Charlie Chaplin. Nació el 16 de abril de 1889 en Reino Unido, fue un actor, humorista, productor guionista y director de cine. Es considerado un icono del humor y del cine mudo, alcanzó gran popularidad gracias a su personaje Charlot.

Un símbolo mundial del cine que consiguió sobrevivir a la llegada del sonido, a la difícil situación de los años 20 y posterior crac del 29. Asentándose como uno de los mejores de la industria de la historia.

Chaplin conseguía realizar la tarea más difícil del actor, hacer reír. Un personaje lleno de ingenuidad y bondad que mediante gestos y caídas de las que salía sorprendentemente ileso, su personaje Charlot la cara visible de este éxito.

A lo largo de su vida, Chaplin recibió muchos premios y reconocimientos. Recibió el premio Óscar Honorífico en 1928 y 1972, fue candidato al premio Nobel de la Paz en 1948, fue nombrado caballero de la Orden del Imperio Británico en 1975. Por motivos políticos que lo relacionaron con el comunismo se vio obligado a irse al exilio, vivió en Suiza hasta el fin de sus días.

La quimera del oro, 1926

Durante la fiebre del oro, Charlot llega a la provincia canadiense del Yukon. En su ardua búsqueda se encuentra perdido en medio de una tormenta de nieve cuando avista una cabaña. Dentro ya se hallan Big Jim McClain y Black Larsen, igualmente perdidos como Charlot. La falta de comida y búsqueda oro marcarán esta alocada historia.

El circo, 1929

Charlot, arruinado y hambriento es confundido con un ladrón y perseguido por un agente de policía. En la carrera llega hasta una carpa de circo, donde Charlot se convierte inesperadamente en una estrella cuando todos creen que esa persecución es un número más del espectáculo.

Tiempos modernos, 1946

Un obrero de la industria del acero acaba perdiendo la razón, extenuado por el frenético ritmo de su trabajo. Después de pasar un tiempo en el hospital recuperándose, al salir es encarcelado por participar en una manifestación, en la que se encontraba por casualidad. En la cárcel, también sin pretenderlo, ayuda a controlar un motín por lo que gana su libertad. Una vez fuera de la cárcel reemprende la lucha por la supervivencia, lucha que compartirá con una joven huérfana que conoce en la calle.

El gran dictador, 1940

Un humilde barbero judío que combatió con el ejército de Tomania en la Primera Guerra Mundial vuelve a su casa años después del fin del conflicto. Amnésico a causa de un accidente de avión, no recuerda prácticamente nada de su vida pasada, y no conoce la situación política actual del país: Adenoid Hynkel, un dictador fascista y racista, ha llegado al poder y ha iniciado la persecución del pueblo judío, a quien considera responsable de la situación de crisis que vive el país. Paralelamente, Hynkel y sus colaboradores han empezado a preparar una ofensiva militar destinada a la conquista de todo el mundo.

El chico, 1921

Una mujer de escasos recursos (Edna Purviance), ha tenido un hijo siendo soltera, y al sentirse abandonada por el padre del niño, decide también ella abandonar al bebé, con la esperanza de que una familia rica lo coja en adopción. Pero el pequeño terminará en manos de un vagabundo (Charles Chaplin), quien pronto se encariñará con él y decidirá sacarlo adelante como sea. Cuando el niño, llamado ahora John (Jackie Coogan) llega a los cinco años, la lucha por la supervivencia y por permanecer juntos será toda una aventura.