Alrededor de todo el mundo, millones de cámaras de vigilancia registran los movimientos de la gente las veinticuatro horas del día. Ya sea en el ámbito público o privado, en la mayoría de las ocasiones ni siquiera somos conscientes de que alguien nos está observando a través de un monitor.
Espeluznantes accidentes de tráfico, incautos que coquetean con la muerte, palizas y actos delictivos de todo tipo, o parejas de enamorados que creen haber encontrado el lugar ideal para dar rienda suelta a su fogosidad, son solo algunos de los ejemplos que se suceden a diario en las calles de cualquier ciudad. Con un acceso sin precedentes a las cámaras de circuito cerrado de televisión, Odisea os ofrece una recopilación de los vídeos más sorprendentes, impactantes y divertidos, que se desarrollan ante las miradas perplejas de los operadores de las salas de control.
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