Desde que se tienen registros fundamentados, la francesa Jeanne Calment (fallecida en 1997 a los 122 años y 165 días), es considerada el ser humano más longevo de la historia. Un reciente trabajo realizado por expertos de la Universidad y el Hospital de Ginebra aseguran que sigue siendo así, en respuesta de otra investigación que acusó de fraude a la familia. Este estudio desmiente las afirmaciones realizadas por científicos rusos, que sostenían que Yvonne, la hija de Jeanne, la habría suplantado durante décadas.
Fuente: ouest-france.fr
Las conclusiones de los doctores suizos nacen del estudio de documentos históricos, análisis epidemiológicos y modelos matemáticos. Gracias a estas herramientas han demostrado que Yvonne había fallecido de tuberculosis a los 36 años, por lo que no pudo reemplazar a su madre. Los patrones numéricos concluyen que entre los 10 millones de centenarios que hay en todo el mundo, es posible estadísticamente que haya al menos uno entre los 119 los 123 años. Hasta ahora se han conocido 2 casos situados en esta variable: El de Calment y el de Sarah Knauss, una estadounidense que murió con 119 años en 1999.
Fuente: lejdd.fr
¿Cuáles son las claves para una larga existencia como la de Calment? El estudio destaca tres: genética, buena calidad de vida y… suerte. Aunque, si nos puede servir de consuelo, el estudio predice que para 2100 la cifra de centenarios aumentará hasta los 25 millones.
Pero lo cierto es, que una vida larga, no siempre es sinónimo de calidad de vida. No tenemos demasiada información sobre la vida de Jeanne Calment, pero podemos destacar que nació el 21 de febrero de 1875 en la ciudad francesa de Arles, el mismo lugar en el que falleció el 4 de agosto de 1997, sin descendientes ni herederos.
Actualmente, quien ostenta el título de persona más longeva (con vida) es la japonesa Kane Tanaka, que el pasado 2 de enero cumplió 116 años.
Fuente:EFE
