Traen regalos a los niños que han sido buenos y carbón a los que han sido malos la madrugada del 5 al 6 de enero; vienen acompañados por camellos y beben leche y galletas; están presentes en cualquier belén que se precie… pero, ¿de dónde salieron los tres magos de la realeza más célebres? ¿Existieron realmente? ¿Cuál es su origen?
Los tres Reyes Magos, se asocian habitualmente a la tradición cristiana. Pero en la Biblia, solo aparecen en el evangelio según San Mateo, que habla de cómo “vinieron del oriente a Jerusalén unos magos, diciendo: ¿Dónde está el rey de los judíos, que ha nacido? Porque su estrella hemos visto en el oriente, y venimos a adorarle”. También relata cómo el rey Herodes pretendía tenderles una trampa, la cual evitaron cuando Dios se les apareció en sueños. ¿Falta algo? O mejor dicho, ¿qué no falta? Porque en el evangelio, ni se especifica que fueran reyes, ni que fueran tres, ni sus razas, ni sus nombres…
Fuente: zendalibros
La corona se la puso en la cabeza Quinto Séptimo Tertuliano, padre de la Iglesia en el siglo III, al leer en el Salmo 72: “Que los reyes de Sabá y Arabia le traigan presentes, que le rindan homenaje todos los reyes”. Todo fue una cuestión de aceptación, al no estar bien vista la magia por la religión. El hecho de que fueran tres, se vincula tanto a la Santísima Trinidad como al número de regalos que llevaron al niño Jesús. Si presumimos que cada uno llevó un regalo (oro, incienso y mirra), más claro, agua. Aunque también existen escritos que contemplan de dos a sesenta magos y una versión más extendida en la tradición oriental que habla de 12 personas. El tres sería más propio de la tradición occidental.
En cuanto a su etnia, se dice que el aspecto con el que se les representa hoy día responde a la intención de universalizar el cristianismo y, por lo tanto, de que llegara a todos los hombres independientemente de su raza. Así, en un principio todos tendrían una apariencia occidental para pasar después a simbolizar 3 razas y 3 edades: Melchor es de tez blanca y un anciano; Gaspar es de tez más oscura y de mediana edad ; y Baltasar, es joven y de raza negra. Sus nombres se registrarían por primera vez en el texto titulado Excerpta Latina Bárbari (Melichior, Gathaspa y Bithisarea) y en el evangelio armenio de la infancia (Balthazar, Melkon y Gaspard), evangelio apócrifo que no figura en la Biblia.
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Tampoco eran magos tal y como entendemos actualmente esa palabra. El término ‘mago’ deriva del latín magister, que significa maestro o sabio en una materia. Otra acepción para ‘mago’ concreta conocimientos científicos, sobre todo astronómicos (de ahí que supieran interpretar la estrella que les guío). Para terminar, sería interesante hablar de la leyenda que narra su final. Se cuenta que fueron bautizados por el apóstol Tomás y que predicaron el Evangelio, lo que a término les valió la muerte por martirio. Se especula con el hecho de que pertenecieran a la misma familia, al ser depositados en el mismo sarcófago.
Si no estabas al tanto, ya sabes más sobre estas tres figuras icónicas con las que creciste de niñ@ y que te llenaban de ilusión. Aunque esperamos que siga siendo así.
Fuentes: ABC / diariocrítico
