Cada año, entre 8 y 12 millones de toneladas de plástico acaban en el océano, afectando a todo tipo de especies marinas y matando a gran cantidad de animales. Ese riesgo también lo contemplamos nosotros. Teniendo en cuenta que en 2020 podríamos llegar a producir 500 millones de toneladas y que todo ese plástico tarda siglos (o más) en biodegradarse, toda medida a nuestro alcance a favor de la reducción de su consumo es más urgente que nunca.
Las bolsas de plástico son de uso diario. Utilizamos varias en una sola sentada y se nos antojan imprescindibles. Si embargo, la «vida útil» de una bolsa solo alcanza los 15 minutos de media. Datos alarmantes que han llevado a la agenda política española a prohibir la entrega de bolsas de plástico de forma gratuita en los establecimientos de nuestro país. El cobro de las bolsas permanece vigente desde el 1 de julio de 2018, y para el 1 de enero de 2021, ya no será posible adquirirlas de ningún modo.
Pero, en este caso, nos ocupa el otro lado del charco. Ya que Nueva York se acaba de convertir en el tercero de los Estados Unidos de América, tras California y Hawai, en aplicar el «plastic bag ban» (la prohibición de las bolsas de plástico), incluido en el proyecto de presupuesto para 2020, aprobado el pasado domingo. Así, los condados podrán cobrar cinco centavos de dólar por cada bolsa (algo similar a la cantidad de 5 céntimos establecida en España). Esta cantidad se verá repartida entre los gobiernos locales (2 centavos) y el Fondo de Protección Ambiental del Estado (3 centavos).
Aunque las negociaciones finales no fueron un camino de rosas para el gobernador Andrew Cuomo, el Senado y la Asamblea estadounidenses. Entre otras cosas, el encuentro dio lugar a la retirada del proyecto de legalización de la marihuana con fines recreativos. También se discutió el cobro de un peaje para acceder a la parte baja de la ciudad de Manhattan. Otra medida de protección al medioambiente que reduciría el tráfico y calcula ingresos de mil millones de dólares al año con un porcentaje destinado al malogrado transporte público. En concreto, la red de metro que recorre los cinco distritos de la ciudad de Nueva York.
A la espera de que otros estados se sumen al «plastic bag ban», está claro que esta medida sobrepasa fronteras y no se limita al ámbito europeo.
Fuente: EFE
