Cada año desde 2013, Naciones Unidas dedica el 21 de marzo al Día Internacional de los Bosques. Una llamada de atención sobre la importancia del entorno forestal, tanto para especies animales y vegetales como para el ser humano. En 2019, prima la educación como puente hacia el respeto por estos “gigantes verdes”, víctimas de la deforestación que ha reducido su dominio de la mitad a un tercio de la tierra. Y qué mejor que aprender a apreciarlos echando un vistazo a seis bosques que sin duda se encuentran entre los más bellos del planeta.
- El bosque de hayas de Gorbea (País Vasco, España)
El norte peninsular presume de una historia cargada de leyendas y mitos, y ese halo de misticismo que invoca a lo sobrenatural ha quedado plasmado a través del tiempo en sus abrumadores paisajes. Prueba de ello es el Parque Natural de Gorbea, el mayor del País Vasco (20.000 hectáreas), situado entre las provincias de Álava y Vizcaya. Este espacio protegido por Decreto en 1994 también se conoce con el nombre de «bosque mágico». Y no es para menos, pues sus majestuosas hayas bien podrían haber salido de un cuento de criaturas fantásticas. Así como el Monte Gorbeia, el corazón del Parque.
- El bosque de bambú de Sagano (Japón)
Media hora en tren desde la ciudad de Kioto hasta Sagano, en el distrito de Arashiyama, se convierte en el trayecto más ameno si sabemos que al llegar nos espera la maravilla que es su bosque de bambú. Hogar del templo budista Tenryuji, fue declarado Patrimonio de la Humanidad en 1994 y en otro tiempo vio pasear a la nobleza japonesa por sus senderos, custodiados por 50 especies de bambú de hasta 20 metros de alto. De día es espectacular, pero de noche, los caminos iluminados y los sonidos del bosque nos harán creer que hemos accedido a un mundo solo posible en sueños.
- El Bosque Gigante de Sierra Nevada (California, Estados Unidos)
El Bosque Nacional Sequoia en California acoge a Icarus, Daedalus o al General Sherman. Bien podríamos creer que unos cuantos excursionistas de nombres épicos, seducidos por el encanto del bosque, han hecho de él su hogar. Nada más lejos. Estos son algunos de los nombres que bautizan a las sequoias milenarias que habitan el Bosque Gigante o Giant Forest. El lugar en el que el ser humano se siente insignificante cruzando el llamado «sendero de los 100 gigantes». Hyperion se encuentra entre ellos y es el árbol más alto del mundo con sus 115,7 metros de altura.
- El Parque Nacional de los lagos de Plitvice (Croacia)
Situad en el centro del país y declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1979, el Parque Nacional de Plitvice nos ofrece uno de esos paisajes que solo parecen posibles gracias a los efectos especiales del cine. Mientras recorremos el lago Kozjak en barca, podemos encontrarnos con locales como la nutria, el ciervo rojo o el oso pardo. 15 lagos más superpuestos en cadena y las imponentes cascadas que van a morir a un cañón de piedra caliza, dan forma a uno de los espectáculos naturales de mayor majestuosidad.
- Los bosques otoñales de La Patagonia
La gran foresta chilena de Araucanía o el Parque Nacional de los Glaciares, en la provincia argentina de Santa Cruz, presumen de la policromía de los bosques de Sudamérica en todo su esplendor. Verdes, naranjas, amarillos, rojos… Cuando llega el otoño, solo podemos aludir al «bosque de fuego» que nos evoca un amplia gama de colores cálidos. Es el hogar del arbusto calafate, protagonista de una curiosa superstición: su fruto tiene el poder de hacer volver al bosque a quien lo come.
- El bosque de lavanda de la campiña inglesa
El Savernake Forest, en el condado de Wiltshire, combina robles y hayas centenarios con un manto violeta de jacintos a ras de suelo en primavera. Fue el escenario de uno de los episodios más sonados de la historia de la realeza británica. Hablamos de uno de los amoríos del archiconocido monarca Enrique VIII. Entre aquellos árboles (que hoy son los mismos ya que el estado de conservación del bosque es óptimo y su aspecto apenas se ha visto alterado) conoció a su tercera esposa, Jane Seymur, madre de su único hijo varón y legítimo, Eduardo VI.
Con vistas así, es un placer homenajear a todos los bosques a lo largo y ancho del globo. ¿Tienes ganas de visitar algunos de estos increíbles lugares?
Fuentes: National Geographic / genial.guru
