Predecir terremotos y tsunamis de forma más precisa ya es posible

Un nuevo modelo predice con alta precisión el comportamiento de los terremotos, permitiendo prever la generación de tsunamis. Este avance ha sido desarrollado por científicos españoles del Instituto de Ciencias del Mar (ICM-CSIC) de Barcelona.

Los avances han sido publicado en la prestigiosa revista científica «Nature», donde los investigadores Valentí Sallarès y César R. Ranero han explicado su proyecto. Se trata de un modelo conceptual que permite predecir el comportamiento de grandes seísmos en función de su profundidad y pronosticar también su potencial para generar tsunamis. Esta nueva técnica es mucho más precisa que los métodos utilizados actualmente.

En los modelos anteriores no se estudiaban las variaciones de las rupturas sísmicas en función de la profundidad a la que sucedían. Según los investigadores esto hacía que se infravalorara la capacidad de estas rupturas para generar tsunamis, dificultando así la previsión de los riesgos.

Ante la falta de estas previsiones, Sallarès y Ranero proponen «un cambio de paradigma» a través de su  modelo conceptual que permite predecir las características clave de los terremotos, permitiendo cuantificar su peligrosidad y su potencial tsunamigénico. Todo ello, con una precisión a la que nunca se había llegado, gracias a que en su modelo tiene en cuenta variables que no se valoraban como la rigidez de las rocas.

Los registros sísmicos muestran que los terremotos superficiales se propagan más lentamente y provocan mayor deformación del fondo oceánico que los terremotos más profundos. Pero generalmente se subestimaba el riesgo que este tipo de sismos conllevan, especialmente para generar tsunamis.

Hay distintos ejemplos de terremotos «pequeños» que provocaron importantes tsunamis no esperados. El caso más trágico fue el de Sanriku (Japón) en 1896, cuando un sismo de moderada intensidad causó un tsunami de 38 metros que se cobró 22.000 víctimas. Por supuesto, también hay tsunamis provocados por grandes terremotos, pero que también acababan siendo aún mayores de lo previsto, como el caso de  Indonesia (2004) o Japón (2011). La falta de previsión causa situaciones tan dramáticas como la inundación de la central nuclear de Fukushima.

Para desarrollar este gran avance, los científicos  han analizado imágenes sísmicas del subsuelo para conocer las propiedades de las rocas a diferentes alturas, demostrando que la rigidez aumenta sistemáticamente con la profundidad. Estos resultados permiten predecir las características de los terremotos en función de estos valores y estimar de forma precisa si generarán tsunamis o no.

Fuente: EFE