El lujo entre fogones: ingredientes para millonarios

¿Qué ocurre cuando una persona ya lo tiene todo? Una gran casa, los coches más caros, ropa de las mejores firmas y siempre viaja a los sitios más lujosos del planeta. Que busca experiencias y una de ellas es el deleite de la gastronomía más exclusiva. Que un menú pueda costar miles de euros no depende solo de las “estrellas” del chef que lo prepara. Algunos ingredientes alcanzan la categoría de joyas gastronómicas por su precio. No solo para los paladares más exigentes, también para algunos pocos privilegiados que pueden pagarlos.

Por ejemplo, el caviar, que siempre ha sido considerado uno de los mayores lujos a la mesa. Huevas de pescado y sal. Pero como todo en esta vida, también hay categorías, siendo el más caro de todos es el de esturión beluga, en especial el iraní y el ruso. Aunque el precio de un buen caviar puede oscilar entre los 1.000 € y los 10.000 € el kilo, solo hay uno que se dispara a los 20.000 € el kilo. Es el caviar almas y se llama así porque, en ruso, almas significa diamante. Su color, a diferencia del resto, es de color blanco y proviene de un rarísimo tipo de esturión beluga que es albino, de ahí su precio.

Fuente: Hedonistas

Menos exótico pero igual de exclusivo es el azafrán. Aunque lo habitual es comprar esta especia tan preciada por gramos, el kilo de azafrán español llega a pagarse a más de 3.000 euros el kilo. Su producción es corta y muy laboriosa. Se destinan menos de 200 hectáreas al cultivo de la rosa del azafrán en todo el país, y es totalmente artesanal. Las flores se recogen a mano, por la noche y a contrarreloj, antes de que se marchiten. Después, a mano también, se separan los estigmas de las flores y, por último, se tuestan. El azafrán tiene múltiples propiedades beneficiosas para la salud y su sabor y olor son muy preciados en todo el mundo.

En el municipio italiano de Alba, en la región de Piamonte, crecen las trufas más caras del planeta. Hasta 6.000 euros el kilo se han llegado a pagar por este diamante que crece bajo la tierra, uno de los sabores más codiciados en la cocina internacional. Es tan famoso este tubérculo que cada año, en la misma localidad de Alba, se organiza una feria que incluye, entre sus actividades más espectaculares, una subasta de trufas a nivel mundial, donde se han llegado a pagar más de 100.000 euros por una sola pieza de menos de un kilo de peso.

Quizá menos conocida es la historia de este otro tubérculo. La patata más cara del mundo se cultiva en una pequeña isla de Francia, en el Océano Atlántico, llamada Noirmoutier. De tamaño pequeño y piel lisa, esta antigua variedad se llama bonnotte. La culpa de su precio está en que se cultiva de manera exclusiva en esta isla y se recolectan a mano, debido a su delicadeza. Además, su producción es muy corta, de apenas 100 toneladas al año, por lo que se llegan a pagar más de 500 euros el kilo. Dicen que su sabor es especial, gracias a que las tierras arenosas en las que crece están enriquecidas con algas marinas. Es un detalle que, curiosamente, le da un toque marino y notas con sabor a nuez.

Al otro lado del mundo, en Japón, no solo se producen los gadgets más curiosos del planeta. También es el país del melón más caro de la tierra. Cultivado en la isla Hokkaido, esta fruta es conocida como Yubari King, y toma el nombre de la localidad de donde es originario, Yubari. Se trata en realidad de un híbrido entre dos variedades de melón cantalupo, siendo una de ellas picante. Se suele comprar en parejas y se regala en ocasiones especiales. Y así debe ser, porque la parejita puede superar los 20.000 euros.

¿Pagarías por ello? ¿Cuál es el producto gourmet más caro que has comprado?

Fuentes: caviaralmas, gastroactitud, ABC, muyhistoria, lavanguardia, italia.it, gastronosfera