5 consejos prácticos para ayudar a nuestros océanos

El 8 de junio se celebra el Día Mundial de los Océanos, una fecha establecida por las Naciones Unidas con el objetivo de alertar sobre la importancia de los océanos y mares en el clima del planeta, como un elemento esencial de la biosfera.

Los océanos ocupan dos tercios de la superficie de la Tierra. Además de ser el hábitat de un vasto número de fauna y flora, proveen de comida, energía, oxígeno y otros tantos recursos a los seres humanos. Como si eso no fuese suficiente, los océanos son además el principal regulador térmico del planeta, absorbiendo más de un cuarto del dióxido de carbono liberado por las actividades humanas.

El tema escogido para el Día Mundial de los Océanos de este año es el plástico y las serias consecuencias del mismo.

El consumo de plástico es actualmente una de las principales causas de contaminación de los océanos. Ya sea a través de las partículas de plástico presentes en muchos de los productos que tenemos en nuestras casad y que van a parar al mar, a través del agua de la canalización de nuestras casas, o a través de la basura. ¿Sabías que todos los años ocho millones de kilos de deshechos de plástico acaban en nuestros océanos?

Y esto no queda aquí. Según las Naciones Unidas, se estima que en 2050 existirá más plástico que peces en los océanos. Otro dato impactante: es posible encontrar plástico en el intestino de 9 de 10 aves marinas.

¿Qué podemos hacer nosotros para ayudar a nuestros océanos? Cinco consejos prácticos para nuestro día a día:

– Reducir el consumo de plástico en general, y en particular, de aquellos que son de único uso. Este es el caso de los embalajes de los snacks que compramos, de las bolsas que traemos del súper o del film transparente que usamos para conservar algunos de los alimentos de nuestras neveras. Como alternativa, podemos cocinar más en casas, llevar nuestras propias bolsas reutilizables o de tela cuando vamos a la compra y recurrir a recipientes reutilizables.

– Reutilizar los frascos de vidrio. Dale una segunda vida a los botes de cristal donde vienen los alimentos en conserva, para transportar zumos y purés, para guardar la sopa de ayer o en vez de los clásicos tuppers de plástico.

– No utilizar cubiertos, vasos, pajitas o platos de plástico. Por muy prácticos que puedan resultar, tienen un único uso y tardan una eternidad en descomponerse.

– Por último, pero no menos importante… no dejar nuestra basura en la arena de nuestras playas. Con las mareas, la basura acabará rápidamente en el océano, polucionando y poniendo en riesgo la supervivencia de innumerables especies.

No olvides animar a los demás a seguir tu ejemplo. Por todo esto, os desafiamos a reducir el consumo del plástico. Habla con tu familia y amigos y anímales a que hagan lo mismo. Al final, la tierra y los océanos son la única casa que tenemos todos.