El diseñador e interiorista Diego Rodríguez es uno de los conductores de Con nombre propio. En el capítulo que presenta descubrimos qué significa para él su profesión y cómo la desarrolla. Además, nos muestra varios ejemplos de su trabajo y nos abre las puertas de su propia casa.
Para Diego Rodríguez, el buen interiorista parte de la creatividad y por tanto es un artista que realiza en cada trabajo un proceso grande y laborioso aunque muchas veces se considere frívolo. Además, por su carácter inquieto y sus ganas de aportar cosas nuevas, el diseño es una de las partes de su trabajo que más le gusta, ya que es una forma de materializar su creatividad. Aunque ha trabajado todo tipo de proyectos, al final en lo que ha desembocado todo eso ha sido en trabajar la vivienda principalmente. Diego confiesa que es un investigador incansable de su profesión, lee todo lo posible y averigua nuevos materiales e ideas, estando siempre al día.
La inspiración suele llegar a la mente de este interiorista cuando está emocionado, aunque pasear por el Madrid de los Austrias o por el campo junto a sus perros; leer o escuchar música son actividades que le estimulan. En estos paseos, Diego descubre mundos como el local de su amigo Carlos, L.A. Studio, un laboratorio de ideas en el que conseguir piezas del siglo XX internacionales, que poseen gran atractivo para este interiorista.
A la hora de definir su propio estilo, es importante tener en cuenta sus referencias art decó y su afán por conocer a la persona, reflejando sus características en su trabajo y haciendo gala de su aire tranquilo y humano. Siempre intenta buscar la perfección y el equilibrio, combinando elementos más modernos y otros más antiguos. Sus proyectos son variados, desde interiores blancos y negros hasta otros con aires clásicos, pero siempre destacan en ellos sus propios diseños.
Su estudio, DR, fue uno de los primeros en situarse en la calle, lo cuál fue innovador en su momento y facilitó a los clientes el conocimiento de sus diseños. Tanto en su estudio como en sus proyectos, Diego considera fundamental que todo pueda moverse, logrando que los espacios estén vivos; ya que para él un espacio que deba estar estático para conservar su atractivo, no es correcto.
El interiorismo de su casa refleja su vida, es sencillo y cargado de libros y música, sus otras dos pasiones. Es un espacio pensado para vivirlo y compartirlo con sus amigos, por lo que en él prima la comodidad sin pretensiones y es acogedora. En ella destacan piezas de sus viajes, sobre todo de África, ya que adora el arte de este continente.
